Fernando Aller recordó el pasado y apeló a las buenas expectativas de futuro, durante su pregón

«Alcaldesa, concejales, bellas majestades que honráis con vuestra presencia de reinas y damas a todas las mujeres del pueblo. Vecinos y vecinas de Mansilla de las Mulas. Buenas festivas noches». Con estas palabras, el director del Diario de León, Fernando Aller, dio comienzo ayer a la lectura del pregón de las fiestas de Mansilla de las Mulas. Al acto asistió la corporación municipal presidida por la alcaldesa, María de la Paz Díez, y un gran número de mansilleses. Aller recalcó que su elección como pregonero en los festejos le llenaba de orgullo y satisfacción, «pues nunca antes se me ha otorgado mayor honor que el pregonar en Mansilla, en unas fiestas con gran tradición y marchamo de gran ciudad». El contenido de su alocución estuvo cargado de referencias al pasado histórico de la villa, al presente y, sobre todo, a un futuro repleto de expectativas para el pueblo y sus vecinos. «Mansilla no se recluye en la nostalgia, la recuerda. Mansilla tiene ante sí un espléndido presente y un prometedor futuro». El director del Diario de León definió Mansilla de la Mulas como una vega fértil a orillas del Esla, que cuenta con las mejores condiciones para poner en valor su acerbo cultural, y a sus habitantes como gentes de espíritu abierto y universal. El presente y el futuro fueron los temas que coparon el contenido del pregón. Aller recalcó la necesidad de que el tomate de Mansilla adquiera reconocimiento a nivel nacional y recordó la importancia de que la villa sea la sede del Museo Etnográfico de León. Las primeras palabras del pregón fueron el preludio de un final en el que Fernando Aller invitó a los vecinos a disfrutar de los festejos, porque «la vida sin fiesta es como un largo camino sin posada». «Esta villa no se recluye en la nostalgia, sino que sus gentes, de espíritu abierto, la recuerdan» FERNANDO ALLER Director de Diario de León