Decretazo

ÚLTIMAMENTE parece que el Valle está tranquilo, apenas se oye un susurrante rumor de fuentes otoñales en las brañas. Bueno de las fuentes que quedan vivas, o sea las que no fueron cortadas por la minería de interior en un lejano día, las que no fueron arrasadas sin contemplaciones por algún cielo abierto de la otra minería, la salvaje minería de exterior. La llegada del otoño, amén de colorear las devesas de mil ocres, anima un poco el cotarro político. Pues qué otra cosa que política es el respirar sano cada mañana. Así, por parte de la empresa Narsil se vierten acusaciones hacia el regidor municipal de incumplimiento del decreto de paralización, y por segunda vez consecutiva, hacia la empresa MSP. Es la historia de siempre: el pez pequeño, Antonio Arias Tronco, luchando contra el tiburón de los empresarios Vitorino Alonso. Los argumentos lógicos, claros y legales del pez pequeño contra las razones poderosas (de poder) del tiburón, como me paréis un cielo abierto presento regulación de empleo y dejo en la calle a un montón de personal. Ante estos razonamientos, los políticos, poco dados a pensar en el bien común, que por cierto debería de ser el bien de una mayoría, apoyan siempre el tiburón y por muchas razones, y por mucho que la Ley ampare al pez pequeño, todo continuará tal y como estaba. El pez grande se come al chico, el mundo lo ve como algo lógico e irremediable, y todos tan contentos. Es lo mismo que por parte de algunas Asociaciones se presenten mil recursos de amparo, es lo mismo que se denuncie ante todos los Organismos competentes en la materia el total incumplimiento de las Leyes; es lo mismo que se alce la voz desde los distintos foros pidiendo el amparo. Aquellos que rigen los destinos del mundo son profesionales de la política y nunca estarán al lado del sentido común. Posiblemente algún día fallarán sus dictámenes a favor de los que denuncian estas barbaries, pero con toda seguridad será cuando éstas estén cometidas y ya no tengan remedio. Por eso, a algunos nos llena de indignación el que desde el Ayuntamiento de Villablino se continúe haciendo el paripé con inútiles decretos, que solamente sirven para lavarse las manos, y en caso de que mañana vinieran maldadas y, desde instancias superiores se reclame, tener algo a que agarrarse. Pero no se puede culpar de la ineptitud solamente al Concejal de Medio Ambiente, al alcalde, hay que culpar igualmente a toda la Corporación que ven las cosas discurrir y no hacen nada por evitarlo. Mientras tanto, leemos noticias como que La Consejería de Medio Ambiente eleva al 25,8% la superficie comunitaria protegida. O que se van a invertir por parte del Ministerio de Medio Ambiente 37 millones para proteger el medio natural. ¿Pero en qué mundo vivimos? Si aquí, en el valle lo único que necesitamos es que nos dejen como estamos. Cuando escribo esto que, posiblemente, saldrá mañana publicado leo que desde Izquierda Unida se presenta una propuesta de gobierno tripartito para Laciana, ante la crisis que atraviesa el Valle. Podría ser una solución, pero para ello han de empezar a analizar los unos y los otros donde radica el principal problema de todo. Y, ante todo si van a defender a los peces pequeños que quedan en el río que es Laciana o solamente al único tiburón de la charca...