Una vendimia para recordar

Villeza de las Matas, Valdespino y Joarilla de las Matas forman un triángulo de tradición vitivinícola, que hoy está en periodo de extinción por las reformas que sufren sus tierras. La concentración parcelaria para la transformación de secano en regadío, el lograr mantener el cupo de derechos de replanteo de viñedos y los bajos precios de la uva están terminando por descepar toda la extensión de viñedo, que un día fue el principal motor de ingresos de esta demarcación. En Joarilla de las Matas, de hecho, acaban de iniciar la que temen que podría ser la última vendimia. En Valdespino Vaca algunos viticultores se han visto obligados a arrancar las cepas y vender los terrenos ante la falta del valor del viñedo, y en Villeza de las Matas la desaparición de estos árboles también va acompañada de la disminución de la población. En otros pueblos cercanos han propuesto la creación de polígonos destinados al cultivo de la vid, pero en el triángulo formado por estos tres pueblos todo queda pendiente de lo que será la nueva Política Agraria Común (PAC) y los productos alternativos. «Nadie ha comprendido cómo se ha producido la pérdida de valor de la uva cuando el vino está en continuo incremento», denuncian los agricultores de la zona. Todos reconocen que sería necesaria una remodelación total de los sistemas de plantación y de la calidad de la especie, así como crear un sector profesional del campo. En los tres municipios también reconocen que están vendimiando «para el consumo y cuatro encargos, lo que está claro que no es solución», afirmó un viticultor. Por eso, los habitantes de este triángulo de Tierra de Campos se plantean esta campaña de recogida de uva como una de las últimas, algo para recordar.