Medio Ambiente estima que los bosques pueden explotarse tras su recuperación en el último siglo
Los montes de la zona son los más ricos de la autonomía, según la Junta
Varios especialistas en reforestación analizaron las posibilidades naturales del valle
Diversos colectivos, relacionados con el aprovechamiento económico de espacios forestales, se dieron cita ayer en Villablino con el objetivo de analizar los valores forestales de la comarca y explicar las posibilidades que ofrecen los montes de Laciana para su explotación de manera racional. El representante de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Francisco Javier Ezquerra, afirmó que los montes de Laciana y Palacios del Sil «son los más ricos de Castilla y León», tanto en diversidad como fauna o valores naturales, y añadió que, después de la recuperación que han experimentado en el último siglo, se pueden aprovechar de manera racional. También recordó que explotar los bosques «no es solo talar árboles», sino aprovechar el monte utilizando sus recursos, como la miel, las setas, la genciana, y otros productos que pueden ser comercializados. Por su parte, el portavoz de la Asociación de Profesionales Forestales de Castilla y León (Profor CyL), Domingo de la Mano, destacó las actuaciones que han llevado a cabo las guarderías forestales desde hace más de un siglo, para garantizar la conservación de los montes, así como los avances que se han venido aplicando en este sentido. El presidente provincial de Asfole, Ángel Atienza, enumeró las múltiples posibilidades comerciales que ofrecen los bosques, y demandó un mayor apoyo de las Administraciones para subvencionar la reforestación de los montes. La responsable del Plan 42 de la Junta en Laciana, Olga Rada, explicó las actuaciones que ha llevado a cabo este plan en los últimos dos años para prevenir incendios, promoviendo cambios en el uso de la vegetación para eliminar el matorral, que es uno de los principales aliados del fuego. También están realizando campañas informativas para que las zonas rurales dejen de utilizar el fuego como herramienta habitual y se organizan cursillos para estimular el desarrollo de la ganadería extensiva de alta montaña en la zona.