Gordoncillo
La fiesta de la vendimia conmemora las buenas cosechas del prieto picudo
Gordoncillo quiso recuperar ayer los homenajes que se hacían a principios del siglo pasado coincidiendo con las buenas cosechas de prieto picudo. La iniciativa surgió con el nuevo florecimiento del viñedo y la plantación de nuevas cepas en el año 2000, que permitió recuperar una vendimia significativa desde hacía décadas. Por eso, según el alcalde, Urbano Seco, «esta fiesta es tan importante para los gordoncillenses y el programa de actividades está guiado por un marcado carácter legendario de tradición y buen hacer». Cincuenta vendimiadores entre niños y adultos, ataviados con los trajes de típicos de las años 40, desfilaron en una romería que llegó hasta los primeros viñedos del pueblo, donde tuvo lugar la recogida a lo largo de una hora. Los asistentes, además, pudieron ser testigos de una muestra de vendimia mecánica. Por la tarde, y tras la comilona que el Ayuntamiento, las bodegas y la asociación cultural La Vita organizaron en la plaza del pueblo, se dio cita un concurso de reconocimiento de variedades de uvas a cargo de bodegueros autóctonos. El curioso premio lo constituía el propio peso del ganador traducido en litros de vino. A partir de las seis, la pequeña prensa instalada en la plaza comenzó a funcionar a base de pisotones y zarpadas de los voluntarios que iban dejando caer el mosto en un recipiente menor. Al atardecer llegaron los fuegos artifícales que despidieron una fiesta de la vendimia colmada de ritos e historia.