La campaña y la calidad de la uva se califica como muy buena, en consonancia con la del 2003
La cosecha de uva de este año se eleva hasta las 1.800 toneladas
La tecnología permite que sólo un diez por ciento de la recogida sea manual, el resto se hace a máquina
Uno de los momentos de la última vendimia en los campos del municipio de Gordoncillo
La fiesta de la vendimia tiene, si cabe, más sentido cuando la cosecha se muestra favorable como es el caso de este año. El alcalde de Gordoncillo, Urbano Seco, declaraba que «podemos sentirnos satisfechos de esta última cosecha cuyas previsiones se acercan a los 7.000 kilogramos por hectárea obtenidos en 2003». Se trata quizás de un punto de inflexión desde los deficientes resultados de la campaña de 2002. Gordonzello ha obtenido cerca de las 1.400 toneladas mientras que Villacezán cuenta con más de 400.000 kilos. Uno de los propietarios, Carlos García-Luengos, denominaba esta cosecha como «un poco mejor que la de 2003, los vinos tienen más estructura y más cuerpo que en la campaña pasada». Los viñedos de Gordoncillo son la mitad Prieto Picudo, una variedad de uva que ha sentado referente en la comarca del Sur de León y que lleva años luchando por conseguir la denominación de origen. «En su lugar, esperamos obtener un reconocimiento legal que hay dentro de la ley de la viña y el vino llamado vinos de pago , afirmaba el regidor. La otra mitad de las cepas la compone tempranillo, mencía y verdejo. Todo lo que rodea a la vendimia tiene un interés turístico crecient e , prueba de ello son las 200 visitas que Gordoncillo recibe a diario y que estos días se centran en la curiosidad por la vendimia mecánica. Se trata de una técnica que se adoptó cuatro años atrás en el pueblo y que poco a poco ha ido apoderándose del actual 90 % de la producción mientras que el restante 10 % continúa forjándose a mano. La máquina sacude los racimos y separa la uva del escobajo o raspón 1397058884 elementos que más tarde se usan para elaborar aguardientes 1397058884 . El resultado es utilizado para la elaboración de tintos y blancos. No obstante, todavía existe la técnica de « madreo » la cual incluye los escobajos en la obtención del vino rosado; es decir, consiste en adicionar los racimos enteros y sanos de la variedad prieto picudo. Este sistema hace que la uva no se rompa fácilmente y no derrame el mosto de su interior sino que alcance una fermentación más lenta.