La Feriona se queda sin ganado
La presencia testimonial de ganado encendió ayer la alarma en una cita que hasta ahora se había considerado como una de las más importantes de la provincia de León Los lacianiegos de la d
Alrededor de 600 puestos ambulantes, no tanta gente como en otras ediciones y desde luego muchísimo menos ganado, marcaron la edición de la Feriona que ayer tuvo lugar en Villablino. La crisis que sufre la ganadería venía afectando desde hace años a esta fiesta que cada año logra concentrar en la capital lacianiega a decenas de miles de personas. Pero el panorama que ayer se pudo ver en el mercado municipal de ganados era desolador. Y desde luego se puede afirmar que este apartado ha tocado fondo. Apenas 30 vacas expuestas en el recinto se perdían entre el ganado caballar que definitivamente este año se adueñó sin paliativos de la feria, superando el centenar de equinos. En cuanto al denominado ganado menudo, ni siquiera estuvo presente de forma testimonial, poniendo en evidencia la crisis de un certamen ganadero que se había catalogado como uno de los mas importantes de la provincia y que aún sigue sirviendo de reclamo a decenas de miles de visitantes, aunque también en este apartado se empieza a notar un descenso. Con el panorama tan desolador que presentaba el recinto ferial -la mitad de las plazas estaban sin ocupar- y sin haberse realizado apenas transacciones a lo largo de la jornada, resulta arriesgado hablar de precios de referencia, aunque ganaderos y compradores reconocían que el valor de los terneros oscilaba entre los 4,5 euros para ejemplares normales, y algo más de 5 euros para los mejores ejemplares de aptitud culona. Oscilación de precios En el caso de las reses para vida, éstas solo superaban los 900 euros si se trataba de un ejemplar excelente, y las denominadas cecinas o vacas para muerte andaban por los 30 euros la arroba, aunque con un precio muy fluctuante dependiendo de la calidad del animal. Mucho mas difícil resulta establecer un precio estimativo para el ganado equino, donde el valor económico está subordinado a la calidad del animal, aunque en el caso de las yeguas de raza hispano bretona se llegaron a vender por un precio referencial de 1.500 euros y los potros por debajo de los 600 euros. El precio de los caballos mixtos o de raza cruzada se encontraba muy por debajo de estas referencias, y en el caso de los caballos de montura cada animal tenía su precio. En el otro apartado de la Feriona, el que transforma la capital lacianiega en un impresionante zoco, desde luego que ayer tampoco se pudo hablar de ninguna crisis, aunque para hacer honor a la verdad, tampoco es lo que era. Se instalaron alrededor de 600 puestos ambulantes, el característico olor a pulpo volvió a perfumar las calles de la capital lacianiega y los más habituales de esta certamen no faltaron a la cita. Pero se ha notado un ligero descenso de visitantes, aunque se puede seguir hablando sin temor de más de veinte mil personas las que a pesar de la lluvia invadieron las calles de Villablino. La mayoría cumplieron la tradición de saborear el pulpo a la feriona , mercaron algún objeto en alguno de los tenderetes y visitaron un recinto ferial que despues de lo visto se puede anular del recorrido para próximas ediciones si alguien no intenta poner remedio para recuperar el sentido de la feria.