Diario de León

| Reportaje | Un aniversario para compartir |

Medio siglo de historia común Los actos continúan hasta el 5 de noviembre

El colegio de los padres redentoristas cumplió ayer sus primeros cincuenta años de vida recordando las vicisitudes que lo han unido a la ciudad, a la que llegó la orden en 1883

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Maite Almanza - astorga
León

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El 16 de octubre de 1954 quedaba inaugurado el colegio seminario de los Padres Redentoristas de Astorga, con los primeros 35 niños, bajo la dirección del padre Canseco y tres frailes más que le ayudaban. La primera comunidad de la orden había llegado a la ciudad en 1883, buscando, según cuentan las crónicas de la época, buenas comunicaciones y gente religiosa y trabajadora, destacó Luis Angulo, actual director del centro de formación. Un año más tarde, en 1884, la comunidad astorgana comenzó a acoger a los profesos de estudios superiores, conocidos como los estudiantes , que permanecerán en la ciudad hasta la apertura del Colegio Seminario Menor Redentorista La Inmaculada. A lo largo del medio siglo de existencia de éste, los religiosos formaron a unos tres mil niños, de los que 37 se ordenaron sacerdotes. El segundo curso ya contó con 48 alumnos, y la década de los sesenta del siglo XX fue la de más fuerte presencia de jóvenes en el colegio, que llegó a reunir a 195 en 1963. En la actualidad 61 estudiantes acuden al centro, indicó Angulo. El colegio ha vivido algunas anécdotas: en 1957, cuando se remodeló el pabellón de ladrillo que mira a la plaza de San Bartolomé, uno de los trabajadores de la constructora se tragó su dentadura. Dos años después, con la venida del superior general, el centro colocó una escalera-andamio para que todos pudieran entrar en la foto de familia, pero aquélla se vino abajo, afortunadamente sin causar heridos. En 1966 llegó al colegio como profesor el padre Ángel Barja, que después sería uno de los compositores musicales y pianistas más prestigiosos de la provincia, y director de la Capilla Clásica de León. El 27 de agosto de 1967 se ordenaron los primeros seis frailes entre los 35 niños que habían comenzado a estudiar. Ya en la época moderna, el 23 de marzo de 1984, se produjo uno de los hechos más luctuosos de la historia del colegio: un incendio destruyó el tejado y la última planta del centro en veinte minutos, aunque no se produjeron heridos. Las llamas destruyeron parte del pabellón, el mobiliario, la ropa de los chicos y el vestuario del teatro. Algunos internos regresaron a sus pueblos, otros pernoctaron en domicilios particulares esa primera noche, e incluso en el cuartel, en una gran manifestación de solidaridad de la ciudad, recordó Angulo. El 2 de abril ya regresaron los mayores, que se alojaron en Cosamai de forma provisional, pero hasta septiembre no se normalizó toda la actividad en el centro. En 1990 llegó a la casa de los redentoristas José María Somohano, que falleció el pasado 5 de septiembre a los 108 años de edad. El centro abrió ayer los actos conmemorativos de su cincuentenario con una misa concelebrada en la iglesia del Perpetuo Socorro y un posterior vino español en el convento. La cita reunió a numerosas autoridades locales, que quisieron poner de manifiesto con su presencia la vinculación que aún existe entre el colegio y la ciudad, así como a diversos responsables de la orden. El programa continuará el 22 de octubre, con un concierto de la Capilla Clásica de León dirigida por José Zaldo, que interpretará obras de Ángel Barja, a las 21.00 horas en la iglesia. El día 29 Marciano Vidal, profesor de Moral en el Instituto de Ciencias Morales de Madrid y en la Universidad Pontificia de Comillas, ofrecerá en el salón de actos del colegio la conferencia coloquio Las nuevas formas de matrimonio y de familia ante la ética cristiana. La celebración terminará el 5 de noviembre con un recital de poemas y canciones.

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