El coche de san Fernando

EL COCHE de san Fernando, un ratito a pie y otro caminando, es el que utiliza Alsa utiliza desde Veguellina de Órbigo para desplazar a los usuarios a León. Desde mayo se vienen repitiendo irregularidades en este trayecto sobre todo en el horario de mañana. Algunos días tanto los estudiantes, como los trabajadores y las personas que van a consultas médicas tienen que buscarse la vida para llegar a la capital con riesgo de llegar tarde, por culpa de una empresa que si garantiza un servicio, tendrá la responsabilidad de cumplirlo. Una de las últimas acciones reprobables a esta empresa ocurrió el pasado 6 de octubre, cuando una veintena de personas esperaban en la parada de Veguellina al autocar de las 8.45 horas. A las nueve horas pasó el autobús y no paró, dejando a todos los usuarios colgados. En vista de que no pasa ningún autobús más, cuatro de ellas deciden coger un taxi a las 9.20 horas. En la oficina de atención al cliente, la pretendida y anunciada atención dejó mucho que desear, les contestaron «que se buscasen la vida». La Cazuela: monopolios al vapor. Se prepara con caldo de los usuarios. Cuando el punto de ebullición esté ya listo echamos un monopolio de transporte (en este caso Alsa porque se ha ganado para su bolsa la recaudación de las carreteras que llevan a la capital desde Veguellina) hasta que comience a salir la espuma de la competencia. Claro que va a ser muy difícil y ahí está el problema, cuando sólo campea un Cid por la zona no hay que echar cuentas. O lo tomas o lo dejas. Pero apelando a la responsabilidad de cualquier empresario de garantizar los servicios que ofrece y a los organismos competentes que vigilan que funcionen bien, esperamos que no vuelvan a surgir irregularidades.