Cerrar
Publicado por
ROSALVINO BLANCO
León

Creado:

Actualizado:

JUNTO con otros dos compañeros de la junta vecinal de Sosas he sido acusado de malversación de caudales públicos, de haber detraído unos 22 millones de las antiguas pesetas. Por ese supuesto delito se solicitaba una pena de 14 años de cárcel. O sea, algo muy serio. Toda la acusación se sustentaba en una investigación llevada a cabo por José Luis Álvarez Otero, mi sucesor en el cargo de presidente de la junta vecinal. Su formación es muy similar a la mía. Estudios básicos de primaria y una carrera profesional en MSP. Sus concienzudas pesquisas llegaron, sin embargo, hasta la audiencia, donde se han desvanecido ante dos informes periciales elaborados por dos expertos independientes. Ante la contundente evidencia de los hechos, la fiscalía retiró su acusación y se hizo justicia. Los tres acusados hemos salido de la sala libres y absueltos. Pero antes de llegar ahí, hemos tenido que soportar casi ocho años de continuas sospechas y vejaciones. Ya saben, calumnia, calumnia, que algo queda. Sin contar que la frivolidad del acusador ha costado a las arcas del pueblo la bagatela de 18.000 euros. Supongo que la cosa hubiera sido distinta, si Álvarez hubiera tenido que disparar con munición propia. En situaciones de esa naturaleza es donde se ve la catadura moral de ciertos individuos que actúan en la vida pública. Ya veremos ahora si su partido, el PSOE, adopta algún tipo de medida. Casi me atrevería a afirmar que mirará para otro lado. Y después se extrañan del distanciamiento creciente que existe entre los ciudadanos y la clase política. ¿Quién va a reparar el daño causado?. Estimo, desde mi ignorancia, que en casos como éste la justicia debería actuar de oficio contra quienes hacen prueba de tanta maldad y temeridad. En este proceso lo que se ha puesto de manifiesto ha sido una frustración política inconmensurable. Álvarez, al acceder a la presidencia de la junta, quiso resarcirse de sus sucesivas derrotas electorales frente a quién suscribe. Sólo pudo ganar cuando los acusados hemos dejado de concurrir a los comicios. Esa es la única motivación de este investigador contable de altos vuelos. Un pobre hombre en suma, al que si le queda una pizca de dignidad debería dimitir como vocal de la junta vecinal.

Cargando contenidos...