La excavación de las termas mayores se reanuda tras diez años

La excavación de un solar en cuyo subsuelo se conservan parte de los restos de las termas mayores comenzará en los próximos días, después de casi diez años desde la última intervención, confirmó la arqueóloga municipal, Ángeles Sevillano. La medida afectará al número cinco de la calle Santiago Crespo, ya estudiado parcialmente a mediados de los años ochenta por un equipo dirigido por Tomás Mañanes, que descubrió parte de un vestuario pavimentado, precisó Sevillano. El estudio de estos vestigios continuó a finales de 1984, cuando el arqueólogo Julio Vidal supervisó los trabajos en el número siete de la misma calle, durante los cuales apareció un habitáculo circular destinado a sauna; la sala fría de los baños, consistente en una piscina de considerables dimensiones; y parte del vestuario, que sigue en el número cinco colindante. Se da la circunstancia de que los restos hallados por Vidal fueron los primeros que se conservaron en Astorga como sótanos arqueológicos. A principios de los años noventa, Victorino García Marcos excavó otro solar en la cercana plaza Modesto Lafuente con vuelta a la calle Manuel Gullón. La actuación dejó al descubierto una especie de vestíbulo asociado a otra sauna circular. Finalmente, en 1995 la propia Sevillano dirigió la intervención en el número nueve de Santiago Crespo. «Magnífica conservación» En esta finca fue localizada la sala templada del complejo, asociada a una bañera semicircular que «presentaba un magnífico estado de conservación», señaló la arqueóloga. La excavación en el número cinco será realizada por la empresa madrileña Entorno, y la dirección técnica, que costeará la Junta de Castilla y León, correrá a cargo de Lorenzo Barbero, precisó Sevillano. La mano de obra será cofinanciada al 50% por el Ayuntamiento de Astorga y el promotor de la urbanización del solar. La arqueóloga destacó que, pese a haber excavado ya cuatro fincas, aún se desconocen los límites de las termas mayores, de carácter público, que podrían ocupar una manzana de casas. Recordó, además, que parte del complejo, sobre todo en su zona norte, quedó destruido en los años setenta durante la construcción de un edificio, en una época en la que no existía normativa de control arqueológico ni preocupación social por la recuperación de este patrimonio.