Una denuncia reabre la polémica por los ruidos en la zona de copas

Una denuncia formulada ante el cuartel de la Guardia Civil ha reabierto la polémica con respecto a las emisiones de ruidos de algunos locales de ocio nocturno. En concreto, el domingo pasado, se personó en el puesto bañezano Antonio Turiel Carracedo, vecino de la calle Emilio Alonso Ferrero, que denunció al pub Ávalon, por supuestos ruidos durante toda la noche anterior, tal y como recogieron los agentes. La denuncia recoge que los cristales de las ventanas vibraban a consecuencia del ruido. Alonso señaló dos testigos de los hechos, vecinos del mismo portal, que prestaron declaración ante los agentes el mismo domingo y señalaron también al pub 1.700 como causante de las molestias. La familia de Antonio Turiel está dispuesta a llegar donde sea necesario con el procedimiento iniciado, en una historia que, según los testigos presentados, dura ya unos doce años y en el que han intervenido desde la Subdelegación del Gobierno, hasta la Junta de Castilla y León y se recogieron unas 150 firmas en 2001. Ricardo Álvarez Cartón, que declaró en calidad de testigos, mostró a este periódico dos denuncias por infracción en materia de ruidos y vibraciones, con mediciones de la emisión de sonido por parte de la Policía Local, así como documentos de la Subdelegación del Gobierno, ante escritos que ha dirigido sobre este asunto, y de la Junta. La subdelegación señala en uno de ellos, con fecha del 4 de julio de 2002, que uno de los locales citados fue propuesto para sanción en diez ocasiones durante el 2001 por infracción en el horario de cierre. Ricardo Álvarez, que asegura que él y su mujer padecen de los nervios al no poder dormir los fines de semana, manifestó que desde hace mes y medio la Policía Local y la Guardia Civil no actúan con eficacia ante las llamadas de los vecinos de esta calle. La documentación más antigua que presentaron denunciantes y testigos sobre la problemática de los ruidos en la zona de copas de La Bañeza data del 2001, cuando una comunidad de vecinos de la calle Tejadillo registró el 16 de julio un escrito en el Ayuntamiento en el que mostraban su malestar y preocupación por la situación en la zona. Sin embargo, el problema, según uno de los testigos de la última denuncia formulada, comenzó «hace doce años». En los despachos La Subdelegación del Gobierno remitió en el verano del 2002 las quejas de un vecino a la Junta de Castilla y León, quien, a su vez, las trasladó al Ayuntamiento de La Bañeza. Según la subdelegación, uno de los locales de la zona fue propuesta para sanción por superar la hora de cierre en diez ocasiones en el año 2001. Actuaciones policiales Las mediciones de la Policía Local en un domicilio señalan que se supera el nivel de ruido permitido por la ley. Los vecinos ponen en duda la efectividad de las acciones realizadas por este cuerpo y por la Guardia Civil desde hace mes y medio, según un testigo. Hasta el final El vecino que formuló denuncia por ruidos el domingo asegura que llegará hasta el final del procedimiento ante el cansancio que originan los ruidos.