La madreña de Laciana es la única que marca diferencias entre sexos

Bajo el título «Tipología y decoración de las madreñas: una reflexión antropológica» el ingeniero y etnógrafo, Alfonso Fernández Canteli, ofreció una conferencia en la Casa de la Cultura de Villablino, donde explicó al numerosos público asistente la historia y pormenores de este calzado de madera exclusivo de la cornisa cantábrica, parte fundamental de la vestimenta tradicional que permitía mantener el pie caliente y seco, aislándolo de los caminos encharcados o embarrados. Alfonso Fernández presentó el mundo de la madreña en general, con especial énfasis en la evolución y distribución de los diferentes tipos existentes en la cordillera cantábrica y la relación que tiene con los diferentes dialectos, así como la interpretación de la decoración. En este sentido, expuso las características de la decoración de las madreñas y su relación con el culto a la fertilidad, asegurando que « la decoración no es una casualidad, ya que existe una cierta lógica y repetición de motivos de tipo de sexual, no en el sentido erótico, sino en el de la fertilidad». Así mismo matizó que, « son motivos duales, en el sentido de que van acompañados siempre de argumentos masculinos y femeninos». Dentro de la decoración de este calzado de madera, Fernández Canteli también planteó diversos aspectos recogidos en una famosa publicación de un etnógrafo americano, que establece una relación de los motivos protectores que existen en las madreñas con el mal de ojo. En cuanto a las madreñas lacianiegas, el etnógrafo aseguró que « son quizás las más bonitas porque abarca toda la zona de Laciana, Degaña, Somiedo y Cangas del Narcea en un único grupo, que también es dialectalmente homogéneo». La característica de estas madreñas, según subrayó, es que «a diferencia del resto de zonas, es la única que diferencia madreñas de mujer con las de hombre puesto que las femeninas son picudas y las de hombre tiene una especie de corte delante en la puntera, aunque ambas cuentan con decoraciones muy características y relacionadas con la cerámica de los castros». Fernández Canteli posee una de las mayores colecciones de madreñas del mundo, con 700 variedades repartidas por museos, como el de la Madera y de la Madreña de Campo de Caso, el Museo Etnográfico de Grandas de Salime o el Museo fundación de Joaquín Díaz en Ureña. Además ha escrito el libro titulado «La madreña: tipología y distribución en el noroeste español».