Diario de León

Ribas de la Valduerna | Cinco reses más fueron sacrificadas por las heridas que sufrieron en el accidente Castrillo de la Valduerna

Un conductor mata catorce ovejas al arrollar un rebaño con su coche

El causante del suceso no mostró el resguardo del seguro del turismo a los agentes de Tráfico

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Alberto Domingo - la bañeza
León

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Ribas de la Valduerna vive una mala racha en lo que a tráfico se refiere: al accidente del domingo, en el que un turismo se llevó una caseta situada junto a la carretera, se suma el atropello de un rebaño de ovejas, con un balance de catorce reses muertas, cinco sacrificadas a consecuencia de sus heridas y cuatro más afectadas. Al parecer, el suceso se produjo poco antes de los seis de la tarde de ayer, cuando el rebaño de Luis Díaz García se dirigía por la travesía de la carretera de Villamontán a la majada que el ganadero, vecino de Veguellina, posee junto al Duerna. La furgoneta del ganadero se encontraba a la entrada del pueblo, con las luces de avería encendidas, para indicar el paso del ganado. Fue entonces cuando el BMW 525, conducido por J.M.J., vecino de Miñambres de la Valduerna, tras esquivar -o «adelantar», según testigos presenciales- a la furgoneta parada se precipitó contra el rebaño causando la muerte a catorce de ellas, «casi todas preñadas», explicó un hijo del ganadero, y heridas de gravedad a otras cinco. Varias reses quedaron atrapadas bajo el vehículo y no pudieron sacarse hasta que una grúa retiró el coche siniestrado. El ganadero cuenta que, a cosecuencia del impacto, un cordero no nacido que una de las ovejas llevaba en sus entrañas salió despedido varios metros. Varias ovejas terminaron reventadas. Una noche al raso Los cadáveres de las reses se apilaron en un remolque de tractor, en un descampado a la entrada del pueblo, mientras que cinco de las heridas, sin ninguna posibilidad de curación, se colocaron junto a éste y, tras pasar la noche allí, veinticuatro horas después del incidente, fueron sacrificadas a las seis de la tarde de ayer con una inyección letal que les suministró un veterinario contratado por el ganadero. Se espera que los cadáveres de las ovejas sean retirados a primera hora de hoy por los servicios de la Junta. Otras cuatro reses, también heridas, pero con posibilidades de salir adelante, fueron conducidas hasta la majada. Luis Díaz, que ayer aún no daba crédito al estropicio que sufrió su rebaño, de 850 cabezas de ganado, señaló que el conductor del turismo no presentó el seguro de éste a los agentes de Tráfico que le pararon.

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