Siglos de historia y tradición
Los vecinos honran a los santos fundadores, Primitivo y Facundo, con el reparto de las almendras garrapiñadas y la procesión de las autoridades del ayuntamiento a la ermita Casi 90 años cons
Valentina Castañón a la salida de la ermita tras la misa en honor a los santos fundadores
Recuperar y conservar las tradiciones es algo que ahora están haciendo muchas localidades leonesas, pero Sahagún, además, honra a sus fundadores. La historia de esta localidad se remonta a la vida, o más bien al martirio, de los santos Facundo y Primitivo. Según algunos documentos estos dos cristianos fueron mártires que después de ser decapitados y lanzados al río Cea fueron enterrados cerca de la calzada romana. Allí se levantó posteriormente una capilla para albergar sus restos. Así comienza la historia para esta villa que ayer cumplió con la tradición histórica para rendir culto a sus dos santos fundadores. En ella participaron tanto las autoridades civiles como las eclesiásticas, en el entorno del Ayuntamiento. La comitiva salió de la casa consistorial para recorrer el camino hasta la ermita de San Juan de Sahagún, donde se encuentran las reliquias de estos mártires cristianos. Todo el público participó en la celebración religiosa, incluidos los más pequeños que realizaron un mosaico especial para la ocasión. Después, llegaron las ofrendas. Durante la homilía de ayer el párroco, Genaro Barrelas, recordó que los fundadores de Sahagún «abrazaron la flor y la dulzura del martirio y su posterior arrojo a las aguas del Cea, siendo su lugar de destino la villa que hoy es su casa de acogida eterna». Multitud de vecinos acudieron a la ermita a rendir homenaje a los fundadores de lo que hoy es Sahagún, tantos que el templo estaba casi al completo. Después de la eucaristía se procedió al tradicional reparto de almendras garrapiñadas, que no llegaron para todos los asistentes. Convivencia y fraternidad La tradición cuenta que el reparto de este dulce se basa en la relación de unión que existía entre los dos santos y que reflejan la convivencia y la fraternidad de los vecinos de la villa. La fiesta intenta cumplir con el objetivo de proteger a Sahagún. Conservar las tradiciones es algo que cada vez está más presente entre los leoneses. Los facundinos recordaron ayer la fundación de la villa en la que hoy residen, entre la calzada construida por los romanos y el río Cea, se levantó esa ermita que originó la ciudad.