Diario de León

La Cándana de Curueño | Las obras para canalizar el río han cegado los pozos de los peces

Los pescadores acusan a la CHD de la muerte de más de 5.000 truchas

El presidente de la asociación del Curueño ha interpuesto una denuncia ante el Seprona

Las obras se han paralizado ante el posible delito ecológico

Las obras se han paralizado ante el posible delito ecológico

Publicado por
José Antonio Barrio Planillo - corresponsal | la vecilla
León

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El presidente de la Asociación de Pescadores del Curueño, Tomás Gil Alvarez, denunció ayer la desaparición de un total de cinco mil truchas, «si no son más», debido, a las obras que está ejecutando la Confederación Hidrográfica del Duero y que, en este caso, según los pescadores, parecen ser consecuencia de las tareas que se están llevando a cabo para la canalización del río con la construcción de escolleras, « lo que ha cegado el pozo donde se encuentra el principal arsenal de truchas del municipio», aseguraron fuentes de la asociación a este periódico. De esta forma, Gil aseguró que «debido a las obras de canalización del río Curueño a su paso por la zona, la empresa constructora ha cegado los pozos que había, lo que ha sepultado miles de truchas». El presidente de la asociación añadió que los daños producidos aún no han sido valorados pero aseguró que «al menos, se pueden cuantificar más de 5.000 truchas, aunque no contamos las que estaban debajo de los pozos tapados porque son muchas más», comentó. Obra paralizada Actualmente, la obra está parada al presentar las denuncias pertinentes ante el Seprona y también ante la Junta a Vida Silvestre. El responsable de pesca del Curueño, Tomás Gil, aseguró que, ante el aviso a los guardas, «la administración se movilizó de inmediato, pero el delito ecológico ya se había producido en las aguas del Curueño». En este sentido, Tomás Gil, instó a las autoridades de Vida Silvestre y CHD a gestionar las obras que se ejecutan en los cauces fluviales, «que ahora mismo solamente llevan a marginar el turismo en la comarca». A este respecto, Gil agregó que «no se puede admitir que las obras para la ejecución de escolleras en el río Curueño puedan terminar con la muerte de miles de truchas, que precisamente es una de las más preciadas de los ríos leoneses». Gil esgrimió que, desde la Asociación de Pescadores del Curueño, «hemos llegado a paralizar la obra, aunque lógicamente el delito ecológico ya está hecho», puntualizó Desde el colectivo de pescadores del Curueño, las protestas se centran en que «se está exigiendo de una forma rigurosa a los pescadores sus obligaciones, y sin embargo, los delitos ecológicos de grandes dimensiones como éste permanezcan al margen de estas exigencias». La denuncia interpuesta por el colectivo de pescadores del Curueño, pretende movilizar al servicio administrativo correspondiente.

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