Diputación subastará el albergue de Leitariegos desde 9.000 euros

El diputado de Hacienda y Medio Ambiente, Cipriano Elías Martínez, afirmó que en los próximos días se sacará a licitación el albergue «Octavio Alvarez Carballo» de la estación invernal de Leitariegos, con un precio inicial de salida de 9.000 euros por un periodo de dos años, con el objetivo de garantizar la adjudicación de los servicios de este inmueble que permanece cerrado desde hace 8 años. El responsable de la institución provincial reconoció que este mes ya no será posible su apertura, tal y como se había comprometido, pero aseguró que el mes próximo podrá estar abierto al público un inmueble que ofrece 26 plazas hoteleras, además de un servicio de cafetería, restaurante, salón social y otras ofertas de ocio. La subasta para hacerse cargo del servicio de este albergue ya ha quedado desierta en dos ocasiones por lo que se ha optado por plantear un precio que se puede consideraridículo para un inmueble cuyas obras han supuesto una inversión superior a los 540.000 euros, y así garantizar su adjudicación entre las personas que ya han mostrado su interés. No obstante en la licitación se incluirá una fianza aún por determinar, pero que garantice posibles desperfectos en el equipamiento o el material del inmueble, que está dotado con todo lo necesario para poder abrir al público. Cipriano Elías lamentó que el hotel de montaña no tenga abiertas ya sus puertas pero aseguró: «Desde la Diputación «hemos hecho todo lo que hemos podido, el problema fue que al tratarse de un servicio de carácter público es necesario cumplir toda una serie de trámites que al final han ralentizado el proceso mucho más de lo que pensábamos». El antiguo parador de Leitariegos cerró sus puertas hace 8 años para sufrir una profunda remodelación con el fin de convertirlo en un moderno y funcional hotel de montaña. Aunque el plazo inicial para finalizar las obras era de nueve meses, las obras se prolongaron por más de tres años, y posteriormente tuvo que ser retocado en tres ocasiones para subsanar los desperfectos que había sufrido el edificio por no abrirse al público. Si finalmente se logra romper el maleficio, y se puede inaugurar el inmueble, deberá compartir el servicio con la cafetería.