«Queremos que se haga justicia, porque es lo único que nos queda»

La familia de Sheila Barrero, la joven que fue hallada muerta en el interior de su vehículo con un disparo el 25 de enero del pasado año en el área recreativa de La Collada, convocó la tarde de ayer una rueda de prensa en el Ayuntamiento de la localidad asturiana de Degaña para exigir justicia y solicitar la colaboración ciudadana que permita esclarecer el crimen. La portavoz de la familia y hermana de Sheila, Mónica Barrero, hizo un llamamiento a la opinión pública, señalando que «todos los datos que se puedan facilitar son importantes y, como somos conscientes del esfuerzo que supone para muchas personas llevar a cabo tan valiente y justo acto, el ministerio está dispuesto a recompensar económicamente a quienes presten decisivamente su ayuda». Asimismo, pidió que el teléfono 900 123 062 «suene y lo haga con fuerza para que Sheila pueda descansar en paz, puede estar en sus manos y sus palabras son importantes». Pruebas del caso La hermana de la joven asesinada mostró su confianza en que se esclarezca el crimen y declaró: «Tenemos puestas todas nuestras esperanzas en los resultados de la totalidad del material analizado, que es muy denso y profuso». También explicó que «van llegando cosas con demasiada lentitud y sólo queda pensar que el final de esta agonía está cerca, que se haga justicia porque es lo único que nos queda» y avanzó que «previsiblemente en el plazo de un mes y medio estarán la totalidad de las pruebas, aunque el ADN del único imputado en el caso no se ha realizado todavía, con lo cual no se puede hacer la comparativa con las pruebas llegadas». Las fuerzas de seguridad responsables de investigar el homicidio han realizado más de 600 entrevistas a personas y analizado más de un centenar de vestigios orgánicos recogidos en el área recreativa de La Collada, el lugar del crimen. En cuanto al móvil del homicidio, según subrayó la portavoz de la familia, «en la actualidad se mantiene como prioridad instructora el móvil pasional, aunque nosotros creemos que el móvil fue sexual». Mónica Barrero realizó además un pequeño apunte sobre dos personas que el fatídico día pasaron por La Collada a las 8.09 de la mañana y casi llegan a chocar con el coche de Sheila. En este sentido, les pidió que «aunque el daño ya está hecho, aún están a tiempo de contar lo que vieron, que lo hagan por las hijas que tienen, que piensen en ellas y den ejemplo de lo que es la necesidad moral de ayudar».