Bustillo de Cea celebró la fiesta de Santa Eugenia y cumplió el rito tradicional

La localidad de Bustillo del Cea celebró los fastos en honor a Santa Eugenia el pasado lunes, bajo la organización de la asociación de mujeres de la localidad, que honran a su patrona con actos folclóricos diversos iniciados el pasado sábado, que concluyeron en la jornada de anteayer. Como primer paso previo, según reza la tradición, se descuelgan los colmos de centeno que fueron preservados el pasado verano para la fiesta que ocupa a las gentes de la localidad en esta temporada. Del mismo modo, cuando se realiza la matanza del cerdo en esta época, hay una buena parte de los productos comestibles que se preparan a posteriori, que quedan reservados para que sean degustados por los segadores cuando, el próximo mes de agosto, acudan a realizar la recolección de los frutos del campo en sus tareas estivales. Los actos del día grande se inician el lunes, con los cohetes como anunciadores de una jornada repleta de eventos. Las mujeres participan en una eucaristía y posteriormente, acompañan el cortejo procesional de la patrona por la ciudad. Mientras estos sucede, los hombres se encargan de acarrear leña para convertirla en brasas, con la que luego se podrá realizar una rica parrillada de productos elaborados con la matanza del cerdo, junto con los ricos caldos de la tierra. Comida de hermandad La comida de hermandad es el principal acto que se celebra en la casa de la villa, donde el calor humano se funde con el de los productos para que nadie quede insatisfecho. La asociación de mujeres se resiste a que el pasado del municipio se pierda, y con tal motivo, pone en marcha una serie de actos que, en realidad, tienen un segundo punto de conexión indirecta con lo que luego tiene lugar en agosto. A la comida acudieron 150 invitados, entre los que se encontraban las autoridades locales y otros organismos oficiales invitados al evento. La organización encargó 400 platos de barro para conseguir fondos, de tal forma que a cada asistente se le cobraban tres euros por el material, aunque quienes no quisieron colaborar por este cauce, recibieron un plato de plástico para poder desarrollar la comida. Las sopas de ajo y la verbena nocturna cerrarn los actos, con el chocolate y las sopas de ajo incluidas.