«Vamos a intentar que la unidad de respiro atienda a más afectados»

Manuel San Juan, comercial de profesión y de 53 años, preside la Asociación de Familiares de Enfermos de alzhéimer y otras Demencias de la Comarca de La Bañeza desde el pasado martes. La dimisión de la anterior presidenta, por motivos personales, le llevaron a presentar su candidatura -que fue la única- al cargo. San Juan y el equipo que dirige la asociación se han fijado como objetivo no sólo aumentar el número de usuarios de la unidad de respiro para afectados por el alzhéimer, sino conseguir que en La Bañeza se abra un centro de día, como tiene previsto el Ayuntamiento. El dinero es el principal obstáculo que se encuentra este grupo para conseguir sus aspiraciones. -Hace ya unos cuantos meses que se abrió la unidad de respiro de alzhéimer. ¿Cuál es el balance después de seis meses de funcionamiento? -Abrimos la unidad el pasado mes de julio y, vista la trayectoria de la asociación, que empezó reuniéndose en la biblioteca cada cierto tiempo, pienso que todas las actividades que hemos realizado, más desde que el Ayuntamiento nos cedió una oficina que compartíamos con la Omic, han sido positivas: dos cuestaciones, una cena benéfica, dos rifas, un concurso, un curso de voluntariado y otro de autoayuda... En la actualidad, atendemos a diez personas -empezamos con cinco y los usuarios han cambiado por cambio de domicilio o fallecimiento-, aunque podríamos tener dieciséis. -Es decir, que les es imposible atender todos los casos que quisieran. -Nos han pasado varias peticiones pero no podemos abrir durante más horas. Así que nuestro objetivo más inmediato es ampliar el horario y los días de atención a los usuarios -no me gusta hablar de enfermos- de la unidad de respiro. Cuanto más tiempo abramos, más habrá y podremos atender a más gente. -¿Qué necesitan para lograr esta meta? -Dinero. La junta directiva tiene muchas ganas de trabajar, tenemos unos voluntarios que lo dan todo a cambio de nada... Necesitamos dinero y un transporte adaptado para ir a buscar a los afectados a su casa, porque se nos va una gran parte del presupuesto en contratar los desplazamientos y luego hay que dar meriendas y hace falta un material... Aquí la meta más alta es conseguir que la casa del capataz, que ha cedido Patrimonio del Estado al Ayuntamiento, se convierta en un centro de día, con horario de diez de la mañana a siete de la tarde y comedor, como en León o Astorga. -Sin embargo, no se puede decir que hayan tenido un apoyo institucional envidiable. -Aunque tampoco hay que despreciar lo que nos han dado Villazala y Santa Elena ni el que el Ayuntamiento de La Bañeza se haga cargo de los gastos de calefacción, luz y mantenimiento de la unidad de respiro -si no fuera así, no funcionaríamos-. Pero también es verdad que parecemos los más pobres de todos en La Bañeza. Esperamos que no lleguen subvenciones de entidades públicas o privadas y también es verdad que esta es una asociación joven. -¿De cuántos voluntarios disponen en la unidad de respiro? -Si mal no recuerdo, creo que son como una docena. -¿Son gente que ha tenido algo que ver con esta enfermedad? -Todos hicieron un curso que les capacitó para atender a los usuarios y hay quien tiene un familiar con alzhéimer o lo ha tenido y quien viene sin haber tenido un contacto directo con este problema. Los voluntarios trabajan todo lo que pueden, pero también tiene un trabajo y una familia que atender, por lo que volvemos a lo de antes: necesitamos dinero para que haya especialistas y técnicos que trabajen en esto. -¿Cómo es el trato con los enfermos de alzhéimer? -Le invito a que venga a verlo cualquier día. Es la mejor manera de que se haga una idea. Sí le puedo decir que lo que necesitan es cariño y confianza, porque en su mundo sienten temor. Y, por tanto, actuamos en consecuencia. -¿Cree que se iniciarán las obras del centro de día este año? -Es algo que no sólo depende de nosotros ni es algo que deba poner en marcha en exclusiva el Ayuntamiento. También se tiene que implicar la Junta y alguna institución, como alguna caja de ahorros con programas específicos para el alzhéimer. A nosotros nos da igual que llegue por un lado que por otro, siempre que se agilice su puesta en marcha todo lo posible. -¿Existe conciencia social sobre esta enfermedad? -Sin ánimo de ofender, porque fue lo que me ocurrió a mí, hasta que no nos llega no sabemos lo que es, como con tantas otras cosas.