Roban las columnas talladas y un valioso cáliz del retablo de la iglesia

El pueblo de Valdespino Cerón está conmocionado por el robo del que ha sido objeto la iglesia el pasado día 22 de madrugada, en el que robaron dos columnas de madera tallada y policromada del siglo XVII que formaban parte del retablo del altar mayor y un cáliz de plata. El presidente de la junta vecinal, Miguel Ángel Rebollo, se percató del suceso mientras paseaba por las inmediaciones de la parroquia al descubrir que la puerta estaba abierta. Cuando entró las velas estaban encendidas y había un cáliz tirado en el pasillo y las ostias sagradas esparcidas por el suelo. Rebollo se dirigió a presentar la correspondiente denuncia en el puesto de la Guardia Civil de Valencia de Don Juan que junto a la Unidad Orgánica de la policía Judicial de ese cuerpo, se van a encargar de la investigación. Según los vecinos de la localidad nunca se había producido un suceso de este tipo en el pueblo. Sin embargo en las últimas semanas otras localidades cercanas han sido víctima de robos similares como en Fuentes de los Oteros, donde también sustrajeron las columnas del retablo. La Guardia civil se desplazó el pasado día 22 hasta el lugar de los hechos, donde realizó un exhaustivo estudio de las abundantes huellas dactilares que los presuntos autores dejaron el el cáliz y la caja que contiene los santos óleos. El obispado de León envió a un sacerdote encargado del patrimonio artístico eclesiástico para hacer una valoración de las piezas robadas, ya que aunque pertenecen a la parroquia el archivo de todo el patrimonio se encuentra en los archivos del mismo. El sacerdote transmitió a Rebollo que «habían tenido mucha suerte porque podían haber robado imagenes cuyo valor es infinitamente mayor». Según el secretario de la junta vecinal, Gilberto Santos, este hecho y la coincidencia de varios robos en distintas iglesias de columnas de retablos pone de manifiesto que «se trata de robos por encargo». La junta vecinal se va a encargar de arreglar la puerta que forzaron con un tetracero y poner una cerradura nueva, que en la medida de lo posible impida que este suceso se repita. Santos calcula un gasto de cerca de 200 euros para la puerta y los refuerzos de la verja. Todavía está pendiente la valoración de las piezas sustraídas por especialitas en la materia.