Una jubilación en activo
Maximino Fernández, homenajeado ayer, cuidará del carillón del Ayuntamiento hasta que otro profesional quiera sustituirle
Maximino Fernández Pérez, que lleva casi veinte años como responsable del carrillón de la torre de la casa consistorial de La Bañeza, celebraba ayer sus 65 años y su próxima jubilación, motivo por el que el Ayuntamiento le entregó una placa por los servicios que ha prestado a todos los ciudadanos. Mino , como se le conoce en La Bañeza, nació el 29 de febrero de 1940, y ayer aseguraba que, si mal no recuerda, lleva desde 1986 como responsable del reloj del Ayuntamiento. No se esperaba el pequeño homenaje que se le preparaba en el Ayuntamiento, adonde acudió porque unos amigos le requirieron como relojero. En vez de trabajo, Maximino Fernández se encontró con la entrega de la placa, que tuvo lugar en el despacho del alcalde. «He bregado con unos cuantos alcaldes y todos son iguales: todos me han entregado la llave y me han dado libertad, pero jamás me han dicho que esto o lo otro funciona mal», le aseguraba el homenajeado a Palazuelo, regidor al que le ha correspondido la entrega de la placa. Las piezas El relojero se ofreció ayer a continuar prestando sus servicios al Ayuntamiento «mientras no haya otro en activo que quiera hacerlo y no tenga yo impedimento alguno» y señaló que «los auténticos responsables de que el reloj funcione son Melchor Lombó Cabero y su hermano, Nisio, que me han hecho siempre, con todo el cariño, las piezas que me han hecho falta, incluso trabajando de noche». Sobre el reloj de la torre, Fernández aseguró que «pese a la mala fama que ha tenido siempre, ha demostrado que vale».