Nadie en el pueblo echó de menos al fallecido, José Antonio Rodríguez Serrano
El cuerpo del pastor permaneció siete horas bajo las pacas de paja
El suceso se produjo hacia el mediodía y no se descubrió hasta pasadas las siete de la tarde Repo
Unas siete horas pasaron desde que se produjo el accidente que costó la vida a José Antonio Rodríguez Serrano, cuando trabajaba en una de las majadas de San Cristóbal de la Polantera. Al parecer, la última persona que lo vio con vida fue su compañero de trabajo, Alberto Fernández Ganzo, sobre las once de la mañana, y sería éste el que encontrase a su compañero, pasadas las siete de la tarde. Como se informó ayer, Rodríguez Serrano, de 51 años, falleció cuando tres pacas de paja de alrededor de 200 kilos cada una le cayeron encima, tal y como informó la Subdelegación del Gobierno en León. Vecino de Ferreras, en el municipio de Quintana del Castillo, el pastor, de 51 años, trabajaba en San Cristóbal de la Polantera para un ganadero que había arrendado la majada a la junta vecinal de San Cristóbal de la Polantera. Según se comentaba ayer en el pueblo, la muerte del obrero se produjo alrededor del mediodía de ayer. José Antonio Rodríguez estaba manipulando las pacas de paja, que se encuentran junto a uno de los laterales de la nave, cuando tres de ellas se desprendieron cayéndole encima. La alarma Pasadas las siete de la tarde, su compañero, Alberto Fernández, de 33 años, regresó a la majada con el rebaño que había estado pastoreando durante la tarde y se extrañó «porque tenía allí el coche y me había dicho que iba a marchar con el jefe a San Mamés», en el término municipal de La Bañeza, donde atienden otra majada. Fernández descubrió el cadáver de su compañero y fue a avisar al empresario ganadero y al alcalde de San Cristóbal, Miguel Martínez Fuertes. Fue este último, según dijo Fernández, quien avisó a la Guardia Civil. Agentes del puesto de Veguellina de Órbigo se personaron en el lugar del suceso, así como miembros de la Policía Judicial de León. El hecho se puso en conocimiento del Juzgado de Instrucción Número 2 de La Bañeza, cuyo titular ordenó el levantamiento del cadáver y su traslado al Instituto Anatómico Forense de León para practicarle la autopsia. José Antonio Rodríguez estaba soltero y residía habitualmente en San Cristóbal de la Polantera. El funeral por su descanso se celebra a las cuatro de la tarde de hoy en Ferreras, de donde procedía. El vehículo de José Antonio Rodríguez, un Lada Niva, continuaba ayer estacionado frente a la nave en la que la trabajaba.