«Cambiaría todas estas ovejas por él»

Alberto Fernández Ganzo compartía oficio y residencia con José Antonio Rodríguez. Los dos pastores, de Babia y Cepeda, respectivamente, compartían la casa que el ganadero tenía alquilada en San Cristóbal de la Polantera para sus empleados. Alberto Fernández se mostraba ayer muy afectado por la muerte de su compañero. «Era un hombre como quedan pocos», aseguraba el compañero del fallecido, al tiempo que mostraba pudor al relatar el suceso por sus familiares: «Que lo vean así, en el periódico...». Fernández relató que «la majada estaba prácticamente echa», por lo que no se explica la razón por la que manipulaba las pacas. La última vez que los colegas se vieron fue por la mañana. Sobre las once, José Antonio Rodríguez «me mandó a casa para que preparase la comida». Hasta ese momento, ambos habían distribuido cereal entre los corderos de la explotación. Fueron las obligaciones de uno y de otro la razón por la que Alberto Fernández no echó de menos a su compañero a lo largo de la jornada. Fernández realizaba ayer su trabajo habitual, aunque la normalidad sólo era aparente: «Cambiaría todas estas ovejas porque él estuviera aquí», decía señalando al rebaño.