La empresa justifica la decisión y cree exageradas las reivindicaciones

La decisión del cierre patronal en el grupo Villablino-Oeste ha sido calificada por fuentes de la compañía carbonífera como «una decisión normal a la vista del colectivo que plantea la huelga». Un colectivo, que a su juicio «es el más crítico en cuanto a la labor extractiva, ya que si ellos no sacan carbón, el resto del personal no puede realizar sus labores y trastoca las tareas que desempeña». Según fuentes de la empresa, «ésta no es la primera vez que se adopta la medida y en esta ocasión se optó por paralizar el resto de la actividad porque los trabajadores que no estaban llamados a la huelga no tenían cometido como consecuencia de la paralización por parte de los picadores de la extracción de mineral». Año de pérdidas Ante este conflicto, la disposición de la empresa es «atender las reivindicaciones de este colectivo siempre y cuando sean razonables, y al día de hoy están reivindicando unos precios ilógicos y fuera de toda razón de lo que es MSP». En cuanto a las críticas por parte de los responsables sindicales en las que acusan a la compañía de «falta de voluntad para negociar», la empresa ha querido salir al paso, asegurando que «voluntad sí hay, pero nosotros negociamos con el margen que nos deja nuestra cuenta de resultados, que es la que marca el futuro de la empresa». En este sentido, argumentaron que se cerró el ejercicio del pasado año con unas pérdidas superiores al millón y medio de euros. Asimismo, MSP reiteró su disponibilidad para negociar «siempre y cuando se planteen reivindicaciones justas y no en cuanto a los precios exagerados y más cuando venimos de pasar un ejercicio de pérdidas».