CRÓNICAS PÉSICAS
Homenajes
RECIBO, todo hay que decirlo, con sumo agrado, un librito editado por el Instituto de Estudios Leoneses, perteneciente al Consejo Superior de la Casa de León en Madrid, dedicado al recuerdo de la figura de un personaje de aquellos que daban antaño nuestras tierras babianas, lacianiegas, omañesas. Se trata de Guzmán Álvarez ilustre humanista, que antes que ser maestro (que era como antaño se llamaba a los que nos enseñaban, más que a leer y a escribir, más que a sumar y a multiplicar ante todo y sobre todo a ser hombres); antes que ser un filósofo de gran talla, seguidor del estructuralismo de Noam Chomsky, fue un babiano de gran talla, que siempre que tuvo un resquicio vino a beber los puros aires de su tierra. Y digo que lo he recibido con sumo agrado porque el encontrar entre esas cuarenta y ocho páginas, entre plumas de la talla de Luis Mateo Díez, Julio Llamazares, Concha Casado y otros tantos, una humilde colaboración tuya, supone un reconocimiento, a que esto que hago semana tras semana, desde hace ya siete años, escribiendo estas Crónicas Pésicas, a veces hay algo aprovechable. Pero bueno, después de este pequeño baño de autoestima, continúemos con lo que verdaderamente importa. En la citada colaboración, publicada a raíz del fallecimiento del ilustre babiano, hace más de medio año, proponía que este País Patsuezu le diese el merecido homenaje, aunque este sea ya póstumo. Cuando habla de este País, saben que me estoy refiriendo a todos los que nos une un nexo común que es nuestra vernácula lengua; las dos Babia, Luna, Laciana, Omaña y Ribas de Sil. Supongo yo, que en cada uno de estos ayuntamientos habrá una concejalía que tratará los temas de cultura, y supongo también, aunque sea mucho suponer, que podrá disponer de alguien interesado en coger el tema. Además, económicamente pienso yo que no sería muy gravoso. Lo que no podemos es, llenarnos la boca con la recuperación de nuestro pasado, y dejar de lado el reconocer los méritos de aquellas personas que así lo merecen. Aprovechando el momento, con la primavera asomando los hocicos por nuestros valles, pensado que el próximo 14 de agosto se celebrará el cabo de año de la muerte de Guzmán Álvarez, sería un buen momento para que desde los municipios citados se tuviese en cuenta el evento. Y ya puestos a homenajes, y más siendo merecidos como es el caso, podríamos aprovechar y al tiempo que se le ofrece el suyo al fallecido Guzmán Álvarez, autor de El habla de Babia y Laciana , fuente en la que bebimos, bebemos y beberemos todos aquellos que amamos esta nuestra lengua materna: hacer tres cuartos de lo mismo con Eva González, pues si el babiano puede ser considerado el padre del patsuezu, la del concechu palaciego podríamos decir que es la madre...Pienso yo, que no será tan difícil que desde el Ayuntamiento lacianiego pensando en él como el más céntrico, se llevase a cabo la organización del homenaje, animando a colaborar a todos los demás citados. Lo que debería de estar claro, es que es el momento de recuperar aquellos vestigios del pasado que, poco a poco, están desapareciendo. Y si lo hacemos con edificios que representan la historia reciente, que no deberíamos de hacer con esta lengua que cada día que pasa se va perdiendo un poco más. Que nadie pretenda ver en estas propuestas un retroceso, el que todos volvamos a tseite, tsume, tsino y tsana, pero sí que si alguien lo desea que tenga opción de aprenderlo en su tierra y no tenga que irse lejos para ello...