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||| ENTREVISTA | TOMÁS VILLANUEVA | Vicepresidente segundo y consejero de Economía y Empleo de la Junta de Castilla y León

Cartillas divulgativas Propuestas «Hay que lograr que 500 empresas de la comunidad compitan en el extranjero»

El vicepresidente segundo reclama al Gobierno central una política que incluya beneficios fiscales para algunos territorio

El consejero de Economía, Tomás Villanueva, en un momento de la entrevista concedida a Ical

Publicado por
L. M. Torres | Valladolid
León

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LAS CARTILLAS Divulgativas de Caja España nacieron a finales de la década de los ochenta con el objetivo de difundir a la sociedad, de forma sencilla, clara y en un lenguaje comprensible, aspectos prácticos relacionados con algunas enfermedades populares. Así, las primeras cartillas publicadas -que en la actualidad están agotadas- se dedicaron al quiste hidatídico, a la fasciolosis o «papo», o algunas enfermedades producidas por contagio animal, temas todos ellos que en aquellos años eran de máxima actualidad e incluso generaron cierta alarma social. De entre aquellas primeras Cartillas Divulgativas merece la pena destacar el éxito obtenido con las dedicadas a enfermedades como la tularemia y a la salmonella. Pero especialmente hay que destacar la que trató del mal de las vacas locas, que obligó a sucesivas reediciones por su oportuna edición en pleno desarrollo de esta enfermedad hace ya unos años. Aún hoy esta cartilla es una de las más demandas. Desde el inicio de este proyecto editorial, cada cartilla se presenta con un ciclo de conferencias sobre el asunto tratado por distintas localidades, que siempre han contado con una excelente acogida por el público. Los autores de estas cartillas son siempre expertos reconocidos a nivel nacional en sus respectivos ámbitos de actuación y en su mayoría son profesores universitarios. En estos momentos se están presentando en casi veinte ciudades las cartillas correspondientes a los números 17 y 18, dedicadas a «Las drogas y estimulantes, cocaína y anfetaminas» e «Infecciones emergentes y enfermedades nuevas. De la gripe del pollo a la tuberculosis», respectivamente. La Obra Social de Caja España acaba de publicar el número 19 dedicada a «La enfermedad celíaca. ¿Una enfermedad o un estilo de vida?, y está a punto de publicarse la que será el número 20 de la colección que tratará otro tema de gran actualidad y de enorme repercusión social: la violencia de género. Por su carácter divulgativo, las Cartillas Divulgativas se distribuyen gratuitamente a todos los que asisten a los ciclos de conferencias. También se distribuyen sin ningún coste a instituciones, bibliotecas, y a colectivos y grupos directamente relacionados con el tema de cada cartilla. El público en general puede adquirirlas por 3 euros a través de cualquiera de los sistemas habituales de compra de las publicaciones de Caja España. En cualquier oficina de Caja España pueden encargarse estas cartillas. También muchas de ellas pueden descargarse en formato PDF desde el apartado de la Obra Social en la página web de Caja España: www.cajaespana.es. ??? Tomás Villanueva (Valladolid, 1953) ha recibido el encargo de llevar a la mayoría de edad a la economía autonómica para que camine sin las «muletas de oro» que suponen las ayudas europeas. Recién aprobada la reforma de la Agencia de Desarrollo se propone que ese sea el instrumento del Gobierno autonómico para insuflar competitividad a la empresa de la comunidad cuyo futuro pasa, necesariamente, por los mercados internacionales. Como todo en el mundo empresarial, funciona con objetivos: hace dos años fue el de llevar a la internacionalización a 3.000 empresas de la comunidad; ahora es la aparición de 500 "pequeñas, medianas o grandes" multinacionales. El otro pilar de su actuación depende más del Gobierno. A Moncloa le reclama la creación de «polos de competitividad» con ventajas, también fiscales, para determinadas zonas o sectores. Sostiene que la solidaridad europea es muy importante, pero más lo es la nacional y no está dispuesto a que "algunas comunidades que, históricamente, han recibido mucho apoyo del Gobierno de España hoy quieran despegarse del resto a través de un nuevo sistema de financiación". -Estos son días de balance del primer año de la victoria electoral del PSOE, pero es usted quizá quien menos encontronazos ha tenido con el Gobierno central ¿Cuál es su análisis? -En este tiempo, al Gobierno le ha faltado la ambición necesaria para impulsar a un país que estaba creciendo a buen ritmo, creando empleo y tenía todas las variables económicas equilibradas. He echado en falta también una política económica y de apoyo a la empresa española, como han hecho otros países creando, por ejemplo, polos de competitividad. Frente a ello tenemos una pérdida importante de la competitividad, una balanza comercial deficitaria y un diferencial de inflación importante. El Gobierno tiene que hacer reformas estructurales, de las que mucho se habla pero poco sabemos. Existe bastante desorganización en el área económica: hay un Ministerio, una oficina en Moncloa, con la que compite, y luego ministros como el de Industria que tiene posturas muy distintas sobre políticas sectoriales, como comercio. Eso trasciende al propio debate interno del Ejecutivo y termina interpretándose como alguien que gana y alguien que pierde y eso deteriora mucho la imagen del Gobierno. Pero creo que es el propio Gobierno quien se ha encargado de desprestigiar frívolamente a quien es su hombre más solvente: Solbes. -Hablaba de falta de ambición en el Gobierno central, pero ¿cuál es la ambición de la economía regional, toda vez que depende mucho de los fondos que llegan de Europa y que se verán reducidos? -Nuestra ambición tiene que ser hacer una política económica que facilite la creación de empleo, para lo que hay que mejoran la competitividad de la economía y de las empresas y generar en ellas inquietud para salir al exterior y conocer nuevos mercados. Ya se está haciendo y ahora podemos decir que el objetivo de introducir en la internacionalización a 3.000 empresas es alcanzable. -Pero siempre estará la tenaza de las ayudas europeas que han sido esenciales para mantener el nivel de crecimiento. -En este punto creo que el Gobierno debe tomar la iniciativa y diseñar desde ahora políticas de apoyo a las empresas de Castilla y León. Hay países, como Francia, que están creando lo que se denominan «polos de competitividad» donde el Estado hace un esfuerzo en políticas tributarias, de innovación, de I+D+I, de financiación para desarrollar un territorio o un determinado sector. Mientras tanto aquí no sabemos cuál es lo que se pretende hacer. Desde que gobiernan, no nos han convocado ni una sola vez para tratar temas de política económica. -¿Sería, entonces, deseable la creación de un polo de competitividad, con beneficios fiscales, en Castilla y León? -España necesita una política territorial por parte del Gobierno, aún en el caso de que se lograse mantener la mayor parte de los fondos. Castilla y León tiene ahora la oportunidad del gran impulso y no nos podemos quedar estancados, no podemos interrumpir de golpe nuestra capacidad financiera. Por eso necesitamos una política territorial que permita crecer a quienes hemos tenido un menor desarrollo como consecuencia de que el estado español ha invertido menos aquí. La solidaridad tiene que ser europea pero debe ser nacional y no está bien que aquellas comunidades que históricamente han recibido mucho apoyo del Gobierno de España hoy quieran despegarse del resto a través de un nuevo sistema de financiación. Le corresponde al Estado hacer un esfuerzo a favor de aquellos territorios en los que históricamente ha invertido menos y que tienen unas estructuras productivas más complicadas. Esto se hace en otros países para desarrollar las zonas con más dificultades para crecer. -¿Esta política territorial por dónde debería ir en Castilla y León? -Precisamente para definirlas creamos el foro de competitividad, cuyas ideas estamos ahora procesando y servirá de base para tomar decisiones sobre política económica entre 2007-2013 -¿Pero podemos concretar algunas? -Eso es lo que queremos hacer precisamente en este semestre y presentaremos las conclusiones en junio o julio. -Pues vayamos a cuestiones concretas. ¿Es partidario de que las empresas que se asienten en Castilla y León tengan un trato diferenciado, por ejemplo, en materia tributara? -Esa es una iniciativa que le corresponde adoptar al Gobierno, pero es una idea que si no se puede adoptar en toda la comunidad sí se puede hacer en algunos polos, en algunas zonas donde es posible desarrollar más industria y en algunos sectores que son estratégicos y con posibilidades de futuro. Hay que ser creativos y ser capaces de generar incentivos de orden fiscal que permitan hacer competitiva la economía. Está muy bien la uniformidad del sistema fiscal en la UE, pero todavía hay tiempo y margen para mejorar y dar ventajas a las empresas porque estamos tributando con los tipos más altos que gravan la actividad económica. -Es decir, que es partidario de una rebaja fiscal como, por ejemplo, ha aplicado Alemania en el impuesto de sociedades -Hay que utilizar el sistema tributario español para mejorar la competitividad de nuestra economía en los impuestos que afectan a las sociedades, siempre con criterios de solidaridad, similares que los que deben regir el marco de financiación autonómica. -Hasta aquí hemos hablado de lo que tiene que hacer el Gobierno central, pero ¿qué margen de maniobra tiene la Junta? -Es que el objetivo más importante es el de la financiación autonómica. Luego tenemos claro que esta comunidad necesita más actividad económica, más aportación de valor añadido y más calidad en sus producciones. Por ello, tenemos que impulsar la internacionalización, la innovación y la creación de empresas, facilitarles su financiación y poner a su disposición los medios adecuados. -Ésta es la causa que explica los cambios en la Agencia de Desarrollo Económico (ADE). -La ADE acaba de aprobar una profunda reforma después de una década en el que la Comunidad ha salido del Objetivo 1 y una vez oído un foro que se creó sobre la cuestión en el que han participado 300 personas. Desde hoy vive una nueva etapa y para ello hay que tener nuevas ideas, nuevos contenidos, nuevas estructuras y sobre todo personas que sean capaces de desarrollarlos. La ADE debe convertirse en una agencia de inversiones y de los servicios a las empresas y por eso cambiará su estructura: habrá un área de gestión y dos divisiones, una que dirigirá Alberto Esgueva que se ocupará de impulsar activamente la creación de empresas, la internacionalización y los servicios; y otro con Begoña Hernández al frente que se ocupará de las inversiones, la financiación y la innovación. -Desde hace años se habla de una política decidida de captación de empresas, pero qué instrumentos se pueden desarrollar para lograrlo. -Desde al área de Alberto Esgueva deben trabajar para la creación de nuevas empresas, pero también para lograr un objetivo, que es mucho más que un número, y es que 500 empresas de la región, crezcan y tengan un tamaño suficiente para acudir a los mercados internacionales y competir en el exterior. Es un nuevo paso en la estrategia de internacionalización de nuestras empresas.