Las crecidas limpian los ríos ante la próxima temporada truchera
El incremento de los caudales arrastra la contaminación y es beneficioso para la pesca
Las lluvias, aunque escasas, y las temperaturas suaves, que están produciendo un importante deshielo, han hecho crecer de forma considerable el caudal de los ríos que discurrían tan bajos como en pleno estiaje. Este caudal ha llegado a desbordar algunos cauces de montaña, especialmente en áreas donde la acumulación de nieve era notable, si bien se ha dejado sentir mucho menos en los ríos regulados pues la mayor parte del agua ha sido almacenada en los embalses que de esta forma están viendo aumentar sus reservas. En la comarca berciana ha llovido algo más, pero la escasez de neveros, unida a la sequía que se arrastraba desde Navidad, han reducido las crecidas situando los caudales en cotas habituales para esta época del año. El incremento del caudal de los ríos a menos de dos semanas de la apertura de la temporada debe resultar claramente beneficioso para la pesca. Por una parte la corriente arrastrará buena parte de la contaminación y restos orgánicos acumulados en los cauces que, de esta forma, quedarán más limpios. También moverá los cantos rodados de los fondos, evitando la consolidación de lodos que «sueldan» las piedras evitando que se desarrolle bajo ellas la abundante microfauna que puebla los ríos leoneses y que constituye la principal fuente de alimentación de la trucha, si bien a corto plazo este alimento se reducirá al ser arrastrado. Al incrementarse los caudales las «pintonas» incrementarán su seguridad y será menos vulnerables a la depredación. Mal en Galicia Los aficionados que viajaron hasta Galicia, donde la apertura se produce el día 19 de marzo, se vieron sorprendidos por el extremo estiaje que sufren también los ríos de la vecina comunidad. Ríos secos e incendios, fue el panorama que se encontraron; el peor para pescar en unas aguas sumamente claras donde las mejores condiciones son, precisamente, las contrarias: aguas altas y celos nublados o con lluvia. En estas condiciones la mayoría de aficionados regresaron a casa con la cesta vacía habiéndose estrenado, a lo sumo, con alguna captura de menor talla que la establecida. El único consuelo que les queda es saber que, si se hubiese abierto en León, tampoco habría podido pescarse por la inesperada crecida. De cara al fin de semana quedará la opción de volver a Galicia o desplazarse hasta Asturias, donde también se habrá abierto la veda. En Asturias, sin embargo, la concentración de pescadores suele ser tan agobiante que hace desistir a quienes buscan en la pesca la relajación. En la zona sur de Castilla y León también se ha abierto la veda, si bien los leoneses no acostumbran a desplazarse hasta estos ríos con la excepción de Salamanca. Tiempo de lucios Los aficionados a la pesca del lucio están de enhorabuena. En estas fechas el tiburón de río se encuentra en pleno celo. Las grandes hembras son fácilmente visibles entre la vegetación subacuática siempre seguidas de cerca por varios machos, mucho más pequeños, que las cortejan. Cuando andan al celo, las hembras se muestran muy esquivas y es difícil engañarlas, pero los machos se vuelven agresivos y atacan con facilidad el señuelo, especialmente los rapalas que imitan a otros lucios. Antes de la crecida se pescó muy bien tanto en el curso bajo del Esla como en el Órbigo y Tuerto en su parte baja. Ahora son mas difíciles de localizar pero más fáciles de engañar. Si las aguas bajan altas y turbias será preciso buscarles en los remansos o mangones. Una vez desovadas, las hembras se vuelven muy activas pues necesitan recuperar la energía consumida durante la reproducción. Abril es un mes propicio para el lucio, pero para entonces ya se habrá abierto la temporada truchera y los aficionados dedicarán sus esfuerzos a la reina de los ríos de León.