El agente indemnizará a su adversario con 50 euros y éste pagará al primero 500 por los daños
Un policía y un vecino, condenados por agresiones e insultos mutuos
Un testigo, que intentó fotografiar el suceso, no supo aclarar quién comenzó la pelea
El titular del Juzgado de Instrucción Número 2 de La Bañeza ha dictado sentencia condenatoria contra O.L.M.L., vecino de La Bañeza, y A.L.L., agente de la Policía Local de la ciudad, por los sucesos ocurridos sobre las 2.30 horas del 13 de junio del año pasado, después de que una patrulla del citado cuerpo se personara en un bar de la ciudad «a pedir que bajaran la música porque molestaba a los vecinos», según reza el fallo. La actuación policial derivó en un suceso y en un forcejeo entre los condenados, motivo por el que se les condena a idenminizarse mutuamente, si bien O.L.M.L. pagará por las lesiones que sufrió el policía 500 euros, mientras que éste abonarán por las lesiones del primero 50. La sentencia considera probado que el agente número 3604 «entró en el bar dando voces, diciéndole a la dueña -que responde a las iniciales B.V.S.J.R.- que apagara la música y llamándola 'payasa'», motivo por el que la empresaria se personó en la causa como denunciante. Al cese de la música siguieron los abucheos y silbidos de los clientes del bar y el que O.L.M.L. llamara al agente denunciante y denunciado «borracho». La patrulla de la Policía Local avisó a la Guardia Civil, que «intentó mediar entre los presentes» y solicitó a O.L.M.L. «que se identificara, ya que no había querido hacerlo» ante los agentes de la fuerza municipal de orden público. El fotógrafo, absuelto El interpelado explicó que tenía su documentación en el coche, por lo que A.L.L. le acompañó hasta el vehículo y es por el camino cuando el policía le increpó y le dio «con un bolígrafo en el costado. A raíz de ello, hubo un forcejeo entre los dos», aunque este fue breve porque «el agente se percató de que había un individuo sacando fotos de los hechos [...] y fue hacia él para quitarle la cámara sin conseguirlo». Se trataba de otro vecino de La Bañeza, S.M.V., que también fue denunciado por una falta de desobediencia a la autoridad y absuelto por el juez, que no consideró «acreditada la perpetración de la misma». El forcejeo produjo en ambos contendientes distintas erosiones y contusiones, que acreditó en un informe un médico forense. Pese a la presencia de S.M.V., que intentó fotografiar lo sucedido fuera del bar, éste no pudo aclarar «quién empezó la pelea, ya que estaban los dos agarrándose mutuamente». El magistrado considera que tampoco se acredita «la falta de daños denunciada por A.L.L. contra O.L.M.L., ya que no hay prueba que lo acredite» y añade que el compañero del policía y los guardias civiles que actuaron de refuerzo niegan que el interesado «llevara alguna prenda del uniforme rota». Multas y recurso Así, el juez condena finalmente a los protagonistas del forcejeo y, en concreto, a O.L.M.L. por una falta de desobediencia, una de injurias y otra de lesiones, por las que deberá abonar 300 euros en virtud de las multas que se le imponen a lo que se suman los 500 euros con que debe indemnizar al agente. Por su parte, se considera al policía A.L.L. autor de una falta de injurias y de otra de lesiones, por lo que pagará dos multas que suman 240 euros e indemnizará al lesionado con la cantidad de 50 euros. La sentencia, del 4 de marzo, ha sido recurrida por el representante legal de O.L.M.L. ante la Audiencia provincial de León hace una semana, al considerar que existe un error de apreciación de la prueba.