Un siglo a las espaldas

Allí estaba Severina, el sábado 2 de abril, tranquila y emocionada al mismo tiempo. Fue en la iglesia parroquial de Valdevimbre donde el Ayuntamiento, familiares y amigos quisieron rendirle su merecido homenaje. Y es que Severina González Ferrero nación allá por el 2 de abril del año 1905, nada menos que un siglo a su espaldas la contemplan. Y con la cabeza lúcida como una moza. Es la única vecina de Valdevimbre de la que se tiene noticia que haya alcanzado tan longeva edad. Casi nada. El acto consistió en una misa concelebrada a la que asistieron su hija, nietos, un bisnieto, sobrinos y demás familiares y amigos. El Ayuntamiento también estuvo representado y el alcalde, Miguel Tejedor, le entregó un cuadro con la imagen de la Virgen del Camino como recuerdo de una fecha tan señalada. Tras la eucaristía, los numerosos invitados se desplazaron hasta una de las bodegas-restaurante de la localidad, que se quedó pequeña, donde todos almorzaron. Durante la comida actuó la tuna universitaria y la homenajeada fue nombrada miembro honorario del Colegio Mayor Universitario de San Agustín. Severina no tuvo reparo en dirigir unas palabras a los presentes, demostrando que está en perfecta posesión de todas sus facultades mentales. Severina González vive en Valdevimbre con su hija. Tuvo otra, pero ya falleció. Todos le desearon que viviera muchos años más o que, al menos, conservase la cabeza como hasta ahora en los que le quedan por vivir.