Las obras de la variante se someten a la primera prueba de resistencia

Las obras de la variante de Pajares, a su paso por La Pola de Gordón vivieron ayer la primera prueba de resistencia del puente que unirá la propia carretera de acceso a la localidad con el paraje de «La Gretosa», en el que actualmente se están construyendo las naves de las dovelas, que servirán posteriormente para el mantenimiento de la línea de alta velocidad que enlazará la meseta con el Principado de Asturias. Topógrafos de la empresa que se encarga de la realización del proyecto acometieron las labores de pruebas lineales de los terrenos para validar la continuación del resto de los trabajos, en los que actualmente se ocupan cerca de medio millar de personas, contabilizando la totalidad del operativo en toda la zona. Las obras avanzan a un ritmo considerable, como se puede comprobar en la actualidad, y la base fundamental de las actuales tareas es la construcción de los dos puentes que han de dar acceso rápido a la zona para intercomunicar los dos puentes, cuyo principal objetivo además es no pasar por ninguna de las calles del casco urbano de la capital gordonesa. Con garantías Siguiendo esta premisa «garantizamos un paso que no afecta a los vecinos de la localidad, al haber podido construir los accesos con la mayor comodidad posible, y provocando los menores inconvenientes posibles en todo este tiempo, aunque es sabido que en estas operaciones siempre hay algún mínimo punto de divergencia» manifestaron fuentes de la propia constructora. A la vez que los propios puentes, también se trabaja en las plataformas para habilitar un acceso al tráfico denso relacionado con los accesos a Pajares, y cuyas obras salvarán las vías del tren, con una altura cercana al centenar de metros por encima del paso. La obra está siendo ejecutada por la UTE que conforman FCC y Necso, tal y como se informó en público en su día.