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Las crónicas de sucesos relatan ocho incendios desde el final del verano

Publicado por
Alberto Domingo - la bañeza
León

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El incendio que destruyó una vivienda hace una semana en la avenida de Portugal de La Bañeza ha reabierto en la ciudad el debate sobre la situación de los servicios de extinción, atendidos, en la actualidad, por empleados de la brigada municipal de obras de forma voluntaria. El debate público se centra en la capacidad de respuesta ante este tipo de sucesos, más si se tiene en cuenta que, en los últimos meses, han sido varios los fuegos que, de una u otra magnitud, han saltado a los medios de comunicación. En ninguno de ellos se han producido desgracias personales, aunque sí cuantiosas pérdidas materiales Previo al de la avenida de Portugal, el 28 de marzo se quemó el local que, en la avenida del General Benavides, ocupó en otro tiempo el Restaurante Campomanes. Los bomberos de León, como en el último caso, tuvieron que intervenir, como lo hicieron en Ribas de la Valduerna el pasado 31 de enero, cuando ardió la vivienda que ocupaba una familia. Para completar el calendario, en febrero se registró un pequeño incendio en uno de los tanatorios de La Bañeza, sofocado por sus empleados, con la ayuda de los trabajadores de los locales vecinos y extintores. Fue éste el que menos daños causó, mientras que el caso que se presentó como más dramático a los ojos de la opinión pública fue le de Ribas, al quedar la familia de un agricultor en la calle tras perder todas sus pertenencias. La junta vecinal de esta pedanía abrió una cuenta corriente en la que los vecinos de la comarca ingresaron sus donativos para los damnificados. En el 2004 Si durante este año la suerte no ha sonreído a la comarca en esta materia, el final del 2004 tampoco fue propicio. Así, el verano se despedía con un susto: la alarma que originaron las llamas que prendieron en un armario, en la residencia de mayores de Mensajeros de la Paz. Ya antes de conocerse la magnitud del suceso se dio aviso al parque de bomberos de la capital, aunque, al final, no fue necesaria su intervención. Al día siguiente, el 20 de septiembre, el fuego prendió en una finca abandonada, trasladándose a la vecina: una explotación de ganado vacuno. Los voluntarios bañezanos controlaron la situación. En octubre, los vecinos de Quintana y Congosto, con la Guardia Civil como único servicio de emergencia, consiguieron extinguir el fuego en una vivienda de Quintaan y Congosto. También Castrocalbón fueron los vecinos quienes evitaron que el fuego en una vieja cuadra arruinara dos viviendas. Lo que no consiguieron fue que se extendiera al establo vecino.

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