Diario de León

El escritor hace referencia a la gran cantidad de refranes que aparecen en el libro de Cervantes

Trapiello cierra la semana cultural ensalzando los potajes de «El Quijote»

Recordó que no hace tanto los leoneses conocían la obra escuchando a un lector en las cocinas

García Trapiello, en el centro, durante la jornada de clausura de la semana cultural de Olleros

García Trapiello, en el centro, durante la jornada de clausura de la semana cultural de Olleros

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Juan Manuel Castro - corresponsal | olleros
León

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Como colofón al ciclo de conferencias, charlas y coloquios de la semana cultura de la parroquia, Pedro García Trapiello, escritor y colaborador de Diario de León , cerró las intervenciones de las distintas personalidades de la literatura leonesa, con una brillante intervención llena de ironía, sarcasmo y buen humor, refrescando la memoria al público con los numerosos refranes y potajes a los que hizo referencia Miguel de Cervantes en su obra maestra, analizando el doble sentido que utiliza el escritor: el aparente que se ve a primera vista, aplicable a este mundo, y el secreto, más profundo, que no se ve y que se refiere a los misterios. La tertulia estuvo dirigida por el periodista José Manuel López. El escritor inició su intervención pidiendo la cesión de los aplausos de bienvenida «no sea que más tarde me tiren ustedes tomates e incluso piedras». De esta manera quiso romper el hielo y dar a su intervención, además del sentido estudioso e inexorable, un toque de humor y desenfado. En su análisis de El Quijote, que reconoció no haberlo leído en su totalidad, resaltó que si algo le hizo famoso y popular a la obra fueron los refranes y potes que el personaje vivió por las tierras de La Mancha y los pueblos de España. Además incidió en que en su época El Quijote, que había salido en cuadernillos, y debido al gran nivel de alfabetismo, se leía escuchando en las cocinas y tertulias de la época en las noches de los duros inviernos. Para hacer más placentera la charla invitó al moderador y al párroco a leer junto a él los numerosos refranes de la obra maestra a la que calificó como un compendio de crítica social de entonces, a los señoríos y la ostentación dineraria.

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