Otra vez Babia
LA PASADA SEMANA, hablábamos del tercermundismo que tenemos en lo que a comunicaciones se refiere, y no solamente en cuanto a su calidad, que es pésima como todos podemos comprobar, sino en cuanto a su manera de ejecutar cualquier tipo de obra, de mayor o de menor envergadura. Bien la realice el Estado, la comunidad o la Diputación, parece que aquellas mentes encargadas de pensar en las molestias y perjuicios que causan, estuvieran constantemente vacacionando, pues no piensan en nada ni en nadie. Bueno, esto ya lo tratábamos hace siete días, pero hete aquí, que no contentos con cortar una carretera que soporta un fuerte tráfico a diario, dejando útil un desvío para el transporte de menos de 16 toneladas. Pero, no contentos con realizar esta gran proeza de ingeniería, ahora, el desvío a tomar ante el corte de la Comarcal 626, León-Villablino, entrando por Puenteorugo hacia San Emiliano, para salir luego de nuevo hacia la Comarcal por una estrecha carretera antes de llegar a La Majúa, comienzan a arreglar la carretera hacia San Emiliano realizando cortes diarios de cinco horas según advierten en los carteles. ¿Pero qué mente lúcida puede preparar este caos circulatorio? Alguien se ha parado a pensar que una persona que vaya hacia cualquier lugar de Babia Alta, ha de dar un rodeo grande. Con lo fácil que sería hacer las cosas bien. Además todo el tráfico pesado de Asturias hacia El Bierzo que con anterioridad circulaba por Babia, ahora lo hace por Omaña. ¿Estará preparado el firme de la carretera de Omaña para soportar tal cantidad de camiones repletos de carbón? Que por cierto, ante unos horarios bastantes drásticos que han de cumplir, no respetan ningún límite de velocidad, ni la estrechez de la vía en numerosos tramos. ¿Alguien sabe de dónde vienen y hacia dónde van tal cantidad de camiones? Supongo que los políticos de la zona y las centrales sindicales sí lo saben, y que estarán dentro de la legalidad vigente. De poco le sirve a Babia que la primavera la vista de un verdor exuberante, que sus árboles repletos de flores blancas le den un aspecto de paz eterna, que ese amarillo de las flores en sus prados realcen más si cabe su belleza. De poco le sirve todo esto si luego Babia es la comarca de León peor tratada por sus políticos. Digo yo, que todo esto se deberá a que su envejecida población se ve mermar día a día, y que los políticos sólo lanzan sus miradas (y sus inversiones) allí donde luego puede recoger el fruto en forma de votos. Pero el castigo que soporta Babia es ya sangrante. No le sirve con carácter aún de centro médico, sino que las mentes pensantes (?) de la Junta han decidido ubicarlo en el lugar menos idóneo, San Emiliano, sirviendo a otros intereses ajenos al bien común. Y cuando los pueblos se encuentran con una población más envejecida, cuando lo ideal (y lógico) sería que el médico de medicina general visitara pueblo a pueblo, moviéndose el, en vez de hacer moverse a todos los pacientes, van a llevar el centro médico al lugar más alejado. Lo que anteriormente he escrito, tan sólo costaría adecuar las vacías escuelas de cada pueblo, con un consultorio. Otra cosa sería luego la medicina ambulatoria, con las especialidades que se vayan a poner, que esa sí debería de estar en un centro de salud, claro está bien situado, no de la manera que lo van a llevar a cabo. Pero como digo Babia, aquella Babia idílica que está en boca de todos, cuando hablamos de alguien que está embelesado en sus pensamientos, está dando paso a esta otra acepción de estar en Babia que circula por los mundos del internet, y que dice que en el Florilegio de refranes de Sbarbi se lee: «Entiéndese comunmente por Babia el país de los tontos; por eso se dice que está en Babia el que se halla completamente distraído y alelado». No dejemos que esta acepción sea la que defina a Babia...