El obispado analizará la falta de vocaciones y de sacerdotes en la diócesis

El consejo presbiteral de la diócesis de Astorga, que se reunió hace unos días, planteó como cuestiones prioritarias de cara al futuro la disponibilidad del clero, la atención a las vocaciones, la familia y las parroquias sin sacerdote, y la revisión de actitudes hacia los nuevos problemas en una sociedad cambiante. El análisis coincide con el balance de la actividad de este órgano durante su vigencia de casi cinco años. Del mismo modo, el consejo pastoral diocesano también estudió la gestión realizada durante el mismo periodo, y concluyó que, para mejorar su funcionamiento, «se necesita vocación, fidelidad, constancia, más diálogo y participación», así como «conocer mejor el programa de pastoral» para practicarlo, según comunicó el obispado. Ambos órganos consideraron que la diócesis enfrenta una nueva etapa con la renovación de varias estructuras, entre las que figuran ambos consejos, los arciprestazgos -que serán reducidos con el fin de mejorar su operatividad- y los vicarios episcopales, así como con la transformación de las parroquias en cuanto a número de fieles, envejecimiento y concentración de la población en determinados lugares, escasez de niños y jóvenes en muchas localidades, y la falta de vocaciones religiosas. El obispo, Camilo Lorenzo, presidió ambas reuniones. El consejo presbiteral, además, presentó los balances del fondo y de la curia del ejercicio 2004. Durante los últimos cinco años, este órgano se ocupó de cuestiones como la normativa de cementerios o el plan pastoral.