Bollos, roscas y vino para todos los asistentes
El baile de la rosca y el desfile de roscones formaban parte del ceremonial. Una vez que concluyó éste, se procedió al reparto, para todos los asistentes, de tanto producto de pastelería como se había preparado con motivo de la ocasión. Su sabor fue un descubrimiento para quienes no los conocían y un buen tentempié a la hora a la que los maragatos y las maragatas lo repartieron: sobre la una de la tarde. La figuración mostró todos los aspectos posibles de esta peculiar tradición de la Maragatería. Los usos de la Somoza continúan despertando la simpatía y el interés del público en general, por lo que se convierten en un activo.