De la reivindicación a la fiesta, sólo un paso

Ninguna pancarta apareció ayer en la bolera de Posada reivindicando los derechos de pesca durante la sexta edición de la Fiesta de la Trucha. La rectificación a última hora, por parte de las autoridades en materia de pesca sobre las restricciones a aplicar en los ríos del parque nacional, permitiendo a los residentes conservar tres capturas diarias al igual que el pasado año, sin duda cambiaron el tono de la celebración, que derivó en una comida al aire libre en un ambiente festivo de la que dieron buena cuenta alrededor de doscientos comensales, amenizados por gaitas y tambores. Las truchas fueron protagonistas, pero en esta ocasión todas eran de piscifactoría y se encontraban en los platos tras pasar por la sartén. El razonable éxito de la convocatoria motivó que las autoridades municipales tomaran nota y se planteen apoyar la iniciativa para que ésta adquiera una mayor proyección el próximo año. «Es una fiesta consolidada localmente, pero el año que viene vamos a mejorar la organización y preparar actividades y actuaciones para que la celebración tenga atractivo a nivel comarcal», manifestó el alcalde de Posada, Mariano Rojo, mientras colaboraba en el reparto de raciones como miembro del club deportivo El Chorco, organizador del evento. Este aspecto no pasó desapercibido para algunos de los vecinos reunidos para la ocasión, quienes comentaron su deseo de que la fiesta trascienda fuera del valle de Valdeón y sea un referente en el calendario festivo. «Sería bueno que esto se apoyara y fuera a más y que vinieran las principales autoridades a la fiesta para que supieran de las necesidades que tenemos en el valle», expresó un vecino de Soto tras terminar el menú ofrecido.