La Junta financiará el estudio para la marca de garantía del gallo de pluma

La Junta de Castilla y León financiará un estudio para conseguir la marca de garantía para el gallo de pluma de la zona del Curueño, circunstancia que supondrá para los criadores de esta especie única en el mundo por el hábitat en el que se desenvuelve, un sello que se convertiría en un primer paso para conseguir la ansiada denominación de origen del gallo de pluma, que es lo que se consigue en realidad. Esta determinación se llevaría a cabo a través del Instituto Tecnológico Agrario que preside José Manuel Ferreras, que precisamente se reunió hace unos días con la Asociación de Criadores de Gallos del Curueño, en la que se adoptó firmar un convenio económico para la financiación de un estudio que será, lógicamente, llevado a cabo por una empresa externa. El informe podría estar listo a finales de este año, siempre que se cumplieran los plazos, y la consecución de esta marca de garantía iría unida a una indicación geográfica protegida ya que «la cría de estos gallos, de los que se obtiene la pluma para elaborar los mosquitos de la pesca, se circunscribe a seis localidades del propio municipio del Curueño, en un área muy delimitada y en la que el traslado de estos gallos a otro hábitat, podría resultar totalmente negativo para su calidad de plumas» aseguró ayer el presidente de la Asociación de Gallos de Pluma, Tomás Gil. El presidente de este ente, aseguró que el informe tendrá que demostrar «la raza de nuestros gallos, ya que en la actualidad carecen oficialmente de ella, así como del reconocimiento de la administración para las dos razas, la parda y la india, por lo que tendremos que catalogar las diferentes variedades que obtenemos de las aves por su brillo, textura y color».