Una mano de maquillaje, y listo

Las obras del proyecto modificado de rehabilitación del emblemático edificio de la Ferrería de San Blas, futura sede del Museo de la Minería de Castilla y León, han forzado la adopción de las medidas definitivas para los restos arqueológicos aparecidos en las obras de la primera fase relativos a la primera fábrica de hierro de España. El arqueólogo Albert Roig Deufaleu, coordinador de los trabajos de investigación, sostiene, tras más de un año de estudios minuciosos y rigurosos, que los asentamientos de la maquinaria fundacional, que en 1840-1842 se colocaron en el edificio singular de la Ferrería deberán ser reconstruidos a tamaña natural. El técnico considera que el asunto en cuestión, generará una de las ofertas mas importantes del discurso arqueológico y del patrimonio industrial no sólo del país, sino de Europa. Estudio arqueológico Después del examen del estudio arqueológico, la Junta de Castilla y León, ha decidido incorporar al proyecto inicial una parte que recogerá la siderurgia, la arqueología y el patrimonio industrial de la Ferrería de San Blas y, en consecuencia, reconstruirá a tamaño natural cada una de las máquinas de la lonja, asentándolas en su justo espacio y preciso de asentamiento original, pudiendo visualizarse el foco energético formado por la caldera y la máquina de vapor, que generaba a la vez energía en el cuerpo de engranajes y que a partir de éste se hacia funcionar uno de los trenes de laminado y el martillo o mallo pilón. Estas piezas, según el arqueólogo Roig Deufaleu, formaba la parte o complejo principal productivo de la Ferrería, aunque existían otros trenes de laminado que no se reconstruirán al considerar que es suficiente el que queda visible, indiscutiblemente quedando al margen los altos hornos que producía la materia y con la manipulación de las máquinas se manufacturaba el material. Minuciosidad Roig Deufaleu manifiesta que los restos arqueológicos aparecidos, tanto en el interior de la Ferrería como en sus aledaños «se han consolidados todos con una minuciosidad de laboratorio, y a base de un trabajo de varios meses y un equipo extraordinario, clasificándoles en tres grupos». El bloque más significativo es el que recogerá la representación a tamaño natural y en los asientos originales de la Ferrería, que ofrecerá una visualización normalizada en la que, al girar sobre cada pieza, en un punto determinado, se podrá observar la máquina en cuestión y su asentamiento, que son considerados arqueológicamente como «auténticas joyas de la tecnología, totalmente desconocida hasta el momento en un sector de estas características».