El tren Hullero en el recuerdo

Unas doscientas cincuenta personas pertenecientes a la asociación de prejubilados y jubilados de Altos Hornos de Vizcaya han hecho el recorrido en tren entre Bilbao y León con la intención de revivir sentimentalmente aquellos viajes del Hullero entre estas dos provincias. «No nos olvidemos que el tren Hullero sirvió para llevar carbón a las grandes industrias del País Vasco. Por eso teníamos un poco de deuda con este tren y lo que se ha pretendido es revivir sentimentalmente lo que significó este trayecto hace años», según señala Felipe Alonso, fundador de esta asociación y actualmente presidente honorífico. Esta asociación cuenta con más de 1.500 socios y ha sido la promotora de esta idea. Para ello han alquilado el transcantábrico que ha realizado su primera parada en Sotoscuevas, seguidamente en Mataporquera, Puente Almuhey, Cistierna y León, como trayecto de ida. Para la puesta en marcha de este recorrido han contado con el apoyo y al colaboración de la Diputación de Vizcaya y de la Diputación de León, así como de los ayuntamientos donde ha realizado las respectivas paradas. Concretamente el Ayuntamiento de Cistierna se encargó de subvencionar las cazuelas en la que degustaron la olla ferroviaria en la parada de Mataporquera. A la llegada a Cistierna los jubilados fueron recibidos por el alcalde, Nicanor Sen y el concejal de Industria, Manuel Suárez, quienes les acompañaron hasta la plaza del Ayuntamiento, donde una pareja de jovenes, perteneciente al grupo de danzas de Sestao, bailaron el aurresku. Seguidamente se hicieron entrega de recuerdos tanto por parte de los jubilados vascos y leoneses como por parte del Ayuntamiento de Cistierna. La gente estuvo cerca de dos horas recorriendo la villa de Cistierna y adquiriendo productos típicos como los lazos de San Guillermo, dulces como las teclas, embutidos o quesos. Está previsto que hoy, tras su llegada a León, participen en un viaje hasta Astorga que organiza la Diputación. Por la tarde visitarán los edificios y monumentos más emblemáticos de la capital, como la Catedral o San Isidoro. El viaje de regreso a Bilbao permitirá de nuevo la parada en otras localidades por las que atraviesa esta ruta ferroviaria. Muchos de los jubilados de esta asociación, que es la más numerosa en Vizcaya, son leoneses y formaron parte de esos grupos de jóvenes que en los años 30 y 40 tuvieron que montar en el Hullero con destino al País Vasco para buscar trabajo. La comunicación entre León y Bilbao, entonces era constante. De las minas leonesas y palentinas salía el carbón con destino a los altos hornos. Pero también utilizaron este tren para buscar una salida a la falta de empleo que padecían muchas comarca de la provincia de León. Uno de esos casos fue, Felipe Alonso, natural de la localidad de Remolina, y quien cuenta que siempre quiso poner en marchar este viaje en recuerdo a una ruta ferroviaria que tanto significó para León y para el País Vasco, así como para todas las gentes que le veían circular. «Es una forma de hermandad que era necesario poner reivindicar y que sentimos los que estemos el corazón dividido entre Bilbao y León», dice Felipe Alonso fundador de esta asociación que cuenta ya con once años de andadura.