La comarca no recuerda un ataque de los lobos como el de Nogarejas

La comarca de La Bañeza no recuerda un ataque de lobos tan brutal como el del pasado domingo, cuando, al parecer, dos ejemplares atacaron a un rebaño, matando de forma directa a dos reses y produciéndose otras 42 bajas por asfixia, cuando la manada, presa del pánico, se encajonó en una olla que formaba el terreno. El más impresionado por la noticia era uno de los propietarios de la explotación ganadera, Álvaro Campo: «Que yo recuerde, en los últimos quince años no se han producido ataques directos, aunque sí se han comido alguna res», señalaba el socio, junto a sus hermanos, de la sociedad agraria Hercamdi, productora de carne. Campo, vecino de Nogarejas y concejal en el Ayuntamiento de Castrocontrigo, relata que en el monte «hay lobos, pero también mucha caza, por lo que, que nosotros sepamos, hasta el momento parece que estaban alimentados». De momento, los ganaderos que gestionan la explotación esperan un informe de la Unidad Veterinaria de la Junta de Castilla y León en La Bañeza «porque nos preocupan los derechos que tenemos que cumplir para no perder la prima ganadera». Campo también refirió que la Guardia Civil ya ha realizado inspecciones oculares de las ovejas muertas por el ataque. Fuentes del sector indicaban ayer que los lobos sí producen daños al ganado en la zona, aunque no con un balance de pérdidas como las de este caso. «Hace años que no se oía nada parecido», era el comentario más frecuente de ganaderos y otros profesionales consultados, que explicaban que suele ser en épocas de mucha nieve cuando este depredador se acerca al hombre y a los animales de sus granjas para alimentarse por falta de caza. A la espera del parte Desde la Junta de Castilla y León, el jefe del Servicio Territorial de Medio Ambiente, José Luis Blanco, señaló que «aún no ha llegado el parte» del ataque a León y que la Administración autonómica responde de los daños que producen las especies cinegéticas en reservas naturales o parajes de caza que explota de forma directa. Blanco señaló que no existen ayudas directas para los ganaderos afectados por los ataques y que, en ocasiones, cabe la reclamación de daños a los responsables de un coto de caza si es que los animales procedieran de éste. Según el jefe del Servicio Territorial de Medio Ambiente, es muy frecuente que un depredador como el lobo ocasione daños, aunque no «de una manera tan llamativa como parece que ha sido en este caso».