| Reportaje | Un hecho histórico |
La gesta del noble leonés Suero de Quiñones no pasa página
Desde 1997 todo el pueblo se involucra, vistiendo con trajes de época, en la representación de la gesta, ocurrida en 1434, cuando el caballero se enfrentaba a la entrada del puente con todo aquel que pretendía
Si valiese el símil del tango de Gardél, cabría decir que «quinientos años no son nada», merced al ánimo y el pundonor que derrocha toda la población de Hospital de Órbigo en esta celebración, que ya se ha convertido en una seña de identidad y referencia en el nutrido calendario de festejos medievales de toda España. Orgulloso se debiera de encontrar Suero de Quiñones de que se le honrase de tan gran manera y con tal gentío todos los años, algo que ha buen seguro él no logró en vida, pero aquellas eran otras épocas y otras historias. Ya se vislumbra cercana la celebración del sexto centenario de la gesta celebrada por Suero de Quiñones sobre el puente sobre el río Órbigo en Hospital allá por el año de 1434. En la anterior del año 1934, que fue la primera vez que se celebró este hecho de armas, se colocaron como recuerdo dos hitos en el medio del puente medieval. Esta gesta realizada por un noble leonés en epoca tardía para estos enredos, pues los historiadores se empeñan en recordar que por aquel entonces ya el hombre pensaba y actuaba de otros modos muy distintos en la mayor parte de Europa, sólo consiguió que poco tiempo después, por desavenencias y abusos en el torneo en tierras de Lugo, pasaran por los aceros a Suero de Quiñones unos nobles gallegos agraviados en su gesta. Desde el año 1997, en que comenzó la actual representación de este hecho histórico, la población de Hospital de Órbigo ha conseguido que año tras año el caudal de público que asiste sea más numeroso y también que las personas vestidas de época dejen en numerosos actos en minoría a los ataviados de civil, por ello las calificaciones, que esta fiesta medieval. Los participantes no dejan de aumentar y su esfuerzo y tesón han logrado situar este evento en la cúspide nacional de este tipo de fiestas. Para próximas ediciones habrá nuevos y mejores cambios en su desarrollo que lograrán a buen seguro que el espíritu de don Suero siga vivo, eso sí sin derramamiento de sangre.