Diario de León

CARTA TE ESCRIBO

Unión Fenosa y Gersul

Publicado por
MARTÍN MARTÍNEZ
León

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QUERIDO HERMANO: Estoy seguro que cuando el marqués de Fenosa fundó la empresa eléctrica era más respetuoso. Con los años llegaron los tiburones de la industria, encorbatados, prepotentes e insidiosos; buscadores más de la productividad que del servicio social, y así nos va. Con ellos tengo un asunto pendiente en el Buyeiro que, de seguir así, habrá que denunciarlo a Medio Ambiente (que a veces se reduce a un cuarto), o quizás buscar la vía judicial. Pues en Hospital, en León o en La Bañeza no saben, no contestan; en Madrid he presentado la correspondiente queja; lo único que he conseguido es un número de once dígitos que dicen corresponde a mi reclamación; o sea situación fenosa . También es unión eso de Gersul que maneja la barca de la basura en el valle de Portugal; y penosa es su actuación pues ya comienza a incumplir las normas y leyes que dejaron de cumplir antes de nacer. Fue un parto prematuro, a pesar de los muchos años de embarazo y ahora, tras sus primeros pasos, rompe aguas. Avisé a Quique de lo que ocurría con los lixiviados, ya en trance de avanzar por el valle de Calzada. Allá se fue y lo confirmó. Recuerda, hermano, que hace más de un año Pancho Purroy -yo lo denuncié varias veces, pero llovía- entonó el gori-gori a Estébanez, nuestro pueblo. Escribió de las altas posibilidades de una contaminación masiva no lejana; de unas aguas subterráneas degradadas y de unos lixiviados que, en pocos años correrían valle abajo contaminando, centenales primero, trigales de secano después, y al final el regadío. Nadie le hizo caso, ni a Pancho ni a nadie; porque los mandamases provinciales -de todos los partidos- viven en León; alejar de allí el posible e hipotético peligro era su obsesión. Se lo pusieron a huevo. Y los que andamos por el alfoz -odiada palabra esta si sale de León- del CTR estuvimos, entonces, faltos de las tres uves que decía el Guerra, o quien fuere, para enfrentarse a los toros; nos faltó vista; nos faltó valor y nos faltaron vuevos . Sí, tres cosas, hermano, que hay que tener para enfrentarse a un toro resabiado y encabronado como era aquel. Y ahora, amansado por promesas vanas; dominado, en ocasiones, por amenazas veladas y pastueño por nuestro conformismo, ese toro se lo muestran como trofeo a numerosos alcaldes del otro alfoz, el regional. El fin es engatusarles y venderles unas bondades que ni por el forro. Porque, hasta el rabo todo es toro; y a los alcaldes palentinos que disfrutaron, el pasado día 22, del complejo y del almuerzo, no te olvides, no les mostraron el rabo del bicho. Rabo que ya ha sacado de la valla instalada con prisas y al tuntún; eso sí decían que con las máximas garantías técnicas. Sabiendo que dos kilómetros más abajo, en el mismo valle, está Estébanez de la Calzada. Que el día que llueva un poco, sus pocos vecinos tendrán que emigrar. Los lixiviados esos mandarán a tomar por saco la fuente de la Salud y los caños de Calzada, la Chana, entre otros. Y ellos, los de Gersul, como los de Unión Penosa, tiburones de pasta gansa y comisiones altas, dirán que fueron las circunstancias climatológicas, siempre imprevisibles. Entre tanto, Estébanez está abocado al mismo fin que Calzada hace dos siglos largos: desaparecer. Y que no me llamen catastrofista porque, a Dios gracias yo no lo veré, y los culpables tampoco; pero dale tiempo. Ah, y los grupos ecologistas están desaparecidos desde que se inició la operación. Al menos eso parece.

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