«Después de treinta años de espera todo nos parece como un sueño»

Después de muchos años de espera, 30 ni más ni menos, Vicente y Alberto Revuelta, padre e hijo, han conseguido el «privilegio» de ser mayordomos en la fiesta de San Juan de Sahagún de este año. Ellos serán los encargados de oficiar todos los actos dentro de la ermita del santo, además del novenario. Una alegría para cada hermano. -Lleváis mucho tiempo esperando este momento, ¿qué sienten después de tantos años? -Aunque parezca algo normal, alguno de los casi 250 hermanos que forman la hermandad no podrán disfrutar de este privilegio de ser mayordomos. Pero lo más importante es sentirse satisfecho de formar parte de la gran familia que la hermandad crea entorno al patrón. -¿Por qué existe tanto interés dentro de la cofradía por ser mayordomo? -Pocos lugares pueden presumir como Sahagún. Debemos amparar nuestra fiesta entorno a un santo pacificador y predicador nacido en el pueblo. Sin duda es un privilegio. -¿Cómo afrontáis vuestras obligaciones de estos días? -Con mucha alegría después de haber conseguido superar todos estos años de espera. Ahora todo nos parece un sueño. Nuestros compromisos para estos días no es nada que no esté al alcance de todos los miembros de la hermandad. Únicamente debemos mantener la ermita en condiciones en cuanto a ornamentación se refiere, además de colaborar en los actos religiosos, acompañar a las autoridades civiles y eclesiásticas y, al final de la ceremonia, ofrecer un pequeño refresco a todos ellos y a los hermanos e invitados al acto solemne. Sin duda, nos sentiremos muy realizados después de 30 años esperando este momento. -¿Cómo es la hermandad a la que pertenecéis y quién puede formar parte de ella? -En la actualidad no existe impedimento alguno para ser un hermano, por esta razón invitamos a todo aquel que lo desee a formar parte de la hermandad. A todos aquellos que sientan verdaderamente al santo en su vida diaria y, de forma singular, en los momentos de dificultad. -¿Existe algún tipo de compromiso hacia la hermandad? -Tenemos un pequeños compromiso económico, pero es el apartado más fácil de mantener. La cuota que se aporta es insignificante, sobre todo si nos paramos a pensar en la labor que con ellas se realiza. -¿A qué se destina vuestra aportación? -El destino final de nuestra aportación va directamente a la ermita. Con ella hacemos las reformas, la limpieza y todo el mantenimiento. Pero algo muy importante es que todas las cuentas siempre están claras y son muy transparentes. -¿Cómo se organizan los actos de la hermandad? -Tenemos tres asambleas generales a lo largo del año, en ellas también abordamos las cuestiones económicas. Pero a pesar de lo que para nosotros significa pertenecer a la hermandad somos conscientes de que no gozamos de ningún privilegio sobre el resto de la población, por eso animamos a todo aquel que lo desee a sumarse a nuestra iniciativa y a convertirse en un hermano más de la causa de San Juan de Sahagún. -En la actualidad, cómo describirían al santo? -Sin duda, es un santo muy querido y honrado en toda la comarca, así como en las localidades próximas y su fervor se extiende hasta las provincias de Palencia y Valladolid. Los vecinos de Sahagún podemos sentirnos orgullosos de poder presumir de lo mucho que la historia nos ofrece de él. San Juan recorrió los pueblos de Codornillos y todo el entorno del Sahagún. También estuvo presente en Burgos y en Salamanca, donde en la actualidad se le rinde homenaje a pesar del paso del tiempo. San Juan de Sahagún continúa siendo el fiel velador y protector de un pueblo que le canta y le pide paz y consuelo.