Rastrear el origen de la ciudad

Varias excavaciones realizadas en los últimos años han permitido avanzar en el conocimiento de uno de los restos romanos más desconocidos para el gran público: el foso campamental, a partir del cual evolucionó el asentamiento poblacional que dio origen a la ciudad romana de Astorga. Uno de los últimos estudios ha sido el desarrollado en el número 11 de la calle Los Sitios, con motivo de la urbanización del solar. La intervención permitió documentar un foso, correspondiente al sistema defensivo del campamento, en un tramo de cuatro metros de longitud. El dato entra en colisión con los restos hallados hace unos años en otro solar del paseo Blanco de Cela, en el que fueron localizados dos fosos, aunque la directora de la excavación, María Luz González, restó importancia a este hecho al señalar que «no todos los campamentos tenían por qué estar rodeados del mismo número» de ellos. Sin embargo, la arqueóloga admitió que «llama la atención que en el paseo de la muralla, donde es mayor el escarpe sobre el valle, haya dos fosos, mientras que en la zona de Los Sitios, con un talud más suave que pediría una mayor defensa, sólo haya sido visto uno». Las diferencias González añadió que este foso «no se corresponde con las dimensiones de los localizados en Blanco de Cela: éstos últimos tenían unos tres metros de anchura y 2,40 de profundidad en el caso del interior, mientras que el primero tiene 3,5 metros de amplitud y sólo 1,5 de profundidad». Sin embargo, la arqueóloga aseguró que estas diferencias «entran dentro de la normalidad de un sistema defensivo romano, aunque habrá que situar el foso en planta y ponerlo en conexión con las evidencias localizadas en otro solar de la calle Los Sitios para concretar el trazado del sistema defensivo por el lado oriental». Los expertos que trabajan en este campo en Astorga aún no han localizado el límite del campamento de la Legio X Gémina por el norte ni por el sur. Durante la intervención, en el interior del foso, aparecieron tres cimentaciones de muros correspondientes a la construcción de la ciudad, de una edificación de tipo civil, precisó González. Además, la excavación permitió averiguar que «los romanos habían colmatado de forma intencionada dicho foso, con arcillas y gravas compactadas».