| Entrevista | Francisco Nistal |
«Astorga, unida a la comarca, tiene un potencial increíble»
Apuesta por el trabajo en equipo para tratar de paliar las carencias de la zona, y por crear comodidades y servicios en los pueblos para frenar la despoblación
Después de 14 años como cargo público, Francisco Nistal accedió a la presidencia de la junta comarcal del PP de Astorga, que compaginará con la alcaldía de Val de San Lorenzo. -¿Por qué decidió aceptar este reto? -Siempre he creído que hay que trabajar por la zona y por el partido, y pensé que podría encajar en ese menester. Fue iniciativa propia, y cuando supe que había otra candidatura busqué apoyos. -¿Cuánto durará su presidencia? -Hasta el próximo congreso nacional. -Este puesto, ¿es un trampolín para acceder a nuevas responsabilidades en política? -Desde que me afilié, en 1982, siempre he estado al servicio de mi partido, y haré lo que él decida, siempre que esté en la vida política activa. -Su ajustada elección, ¿fue un síntoma de la división del PP en la comarca y a nivel local? -No existe tal división, hay que hacer un análisis exacto de la votación. El resultado habría sido distinto si se tiene en cuenta a cuatro alcaldes o portavoces que no pudieron votar por días, porque sus fichas de afiliación no habían pasado por el comité ejecutivo, a los cinco componentes de nuevas generaciones cuya baza nunca se había utilizado -aunque es lógico que se hiciera habiendo dos listas- y a cargos públicos que no son ni alcaldes ni portavoces, y no pudieron votar. -¿Cuáles serán sus próximos pasos al frente de la comarcal? -Realizar un análisis rápido pero en profundidad de las necesidades de la comarca que después habrá que poner en manos de los cargos públicos del partido. Yo seré la cabeza visible de un equipo, porque no me veo capaz, ni tengo ganas, de hacerlo solo. Pienso crear grupos de trabajo en momentos determinados, para una mayor operatividad. -¿Cuáles serán las prioridades? -Lo tenemos que solucionar lo antes posible: las vías de comunicación. Nos quejamos de que las pequeñas localidades están cada día más despobladas. Los alcaldes podemos hacer maravillas, pero sin carreteras es lógico que a la gente no le apetezca estar en los pueblos. Las de la Cepeda, la Astorga-Nogarejas, y algunas del Órbigo, son las prioridades. Si tenemos buenas vías de comunicación y conseguimos el asentamiento de personas, después vendrán otras necesidades, como la sanidad, o la educación. -¿Qué propone en favor del incremento poblacional? -No quiero centralizar mi respuesta en el Val, pero éste simpre ha sido mi discurso allí y lo estamos consiguiendo: es determinante que nuestros pueblos tengan comodidades. Nosotros tenemos vecinos viviendo en Lagunas y en Val y trabajando, respectivamente, en Barco de Valdeorras y Astorga, o León. La pasividad de un alcalde es el peor enemigo que puede tener un pueblo. Entre estas comodidades me refiero, por ejemplo, a la creación de escuelas de adultos, organización de talleres y cursos, o la creación de asociaciones, para que las ideas de los grupos tengan eco en la administración. No podemos permitir que nuestra gente esté condenada a mirar al monte. -¿Hacia dónde debe evolucionar la zona? -Pretendemos que todos los pueblos de nuestros ayuntamientos tengan un nexo de unión con Astorga. Ésta es turísticamente potente, pero a veces parece que se olvida a la comarca. Astorga unida a la comarca tiene un potencial increíble, y por ello vamos a pelear.