Laciana en León
PUDE ASISTIR la pasada semana, con motivo de las fiestas patronales capitalinas, al stand instalado por el Ayuntamiento lacianiego en el paseo de Papalaguinda. Siempre que Laciana aparece por León, sea por la razón que sea, es un motivo de alegría para los nativos de esos maravillosos valles, que algún desaprensivo trata de arrasar. En el stand, como digo, al lado de alguna publicidad turística municipal y de una asociación lacianiega, algunas industrias del Valle mostraban sus productos al público. Me parece digno de elogio, haya venido la idea de la instalación expositora, de donde haya venido. Es una manera barata de ofrecer algo un tanto desconocido, como lo es el Valle de Laciana, al público capitalino. He podido observar como, los mensajes publicitarios dirigidos hacia el visitante potencial, han podido cambiar tanto en tan sólo unos pocos años. De aquel slogan Laciana, paraíso desconocido de cuando por estos pagos gobernaban los Fernández. Slogan por cierto muy falto de imaginación, posiblemente imitando aquel de «Asturias paraíso natural», con el que se vendía la comunidad vecina; se pasó posteriormente al «Laciana, el Valle», cuando mandaban los de IU; con un diseño un tanto mejor estudiado, pero que, según tengo entendido su dinero costó a las arcas municipales. Y hoy nos encontramos con unos carteles artísticos a cargo de Lolo Zapico, y un mensaje, que sería bonito si fuera verdad, Laciana, Reserva de la Biosfera. Si observamos el cartel en cuestión, podemos ver unos colores que denotan un optimismo y una alegría de la cual hoy Laciana carece. Esa especie de espantapájaros que observa el arcoiris lacianiego con las montañas al fondo, parece que estuviera tratando de salvaguardar el entorno natural del Valle. Algo que por otro lado, aquellos que cobran por ello, por la defensa del bien común de todos, no hacen. Pero, volviendo a la idea de promocionar a Laciana en León, me parece, como antes ha dicho, una idea digna de elogio. Haya venido la misma de donde haya venido. La exhibición de los bailes regionales, la de las tareas mineras de entibación, aunque estas estén claramente a punto de extinguirse, hacen que aquellos leoneses que desconocen al Valle de Laciana, sepan que tienen un lugar para visitar que está muy cercano... Todo esto de intentar vender una Laciana abierta al turismo me parece muy bonito, pero todo ello será papel mojado siempre y cuando no conlleve un respeto por el entorno que nos rodea. Lo que parece totalmente ridículo es el hecho de tratar de vender una Laciana, Reserva de la Biosfera, mientras que por otro lado se está colaborando con aquellos que quieren destruir este futuro... Por eso, aunque nada más que llegó a mis oídos la instalación de un trozo del Valle en el paseo de Papalaguinda, lo visité en lo que pude, pero no dejo de ver un contrasentido entre las labores de promoción y las de conservación. Me consta que, aunque el revuelo armado con la firma del protocolo por parte de MSP y la alcaldesa lacianiega, no deja de ser una manera de que con ello podamos saber a ciencia cierta quienes son aquellos que están por la labor de conservar y quienes son los que están por colaborar con la debacle total. No pensemos que está todo decidido. Aun falta la celebración de un Pleno Municipal en el que cada cual argumentará sus decisiones. Ahora, falta saber si todos los concejales que el pueblo de Laciana eligió para que les representaran en el Ayuntamiento, asumirán estos compromisos, o por el contrario faltarán a su deber este día. No vale el esconder la cabeza debajo del ala, hay que decir lo que se piensa y votar en consecuencia. Si todos respondemos como debemos de hacerlo, y todos defendemos un futuro para el Valle de Laciana, posiblemente la historia nos lo agradecerá. Aquellos que defiendan otros intereses ajenos al bien de Laciana pronto se verán...