Un anticuario catalán compra las butacas de la última sala que cerró sus puertas en la ciudad
Desmantelan el Cine Salamanca para edificar viviendas en su solar
La sala de proyecciones, con aforo para mil personas, cerró sus puertas en 1999
Al igual que en las películas que proyectó durante años y años, al Cine Salamanca le llega su desenlace final: ayer, un anticuario comenzó a desmontar el mobiliario del local, que abrió sus puertas al público a mediados del siglo pasado. Desde entonces y hasta el año 1999, la proyección de largometrajes, el teatro y diversos tipos de actos sociales -por ejemplo, pregones de carnaval-, dieron vida a un establecimiento con aforo para un millar de personas, que recogió el testigo de los cines California y Cabello. El Salamanca fue la última sala de cine en cerrar sus puertas en La Bañeza. De momento, ayer se desmontaron las butacas, dejando la enorme sala vacía. Dos operarios, que dijeron pertenecer a un anticuario de Barcelona del que no facilitaron el nombre, desmontaban los sillones y los apilaban en el viejo porche de entrada al cine, apuntalado desde hace meses ante el peligro de derrumbe. Más adelante, se demolerá el edificio y, en el solar, la constructora Cabero Antón edificará viviendas. Los dos operarios que desmontaban el patio de butacas explicaron que el antiquario para el que trabaja las había adquirido y que el objetivo era ponerlas de nuevo a la venta. Por otra parte, se ha sabido que estos trabajadores encontraron, al entrar en el cine, los rescoldos de una hoguera que , al perecer, alguien encendió ayer por la noche. No es de extrañar esta referencia de los empleados, dado que el Cine Salamanca, al lado de la antigua fábrica harinera de Martín Toral -pendiente de recuperación-, ha sido desalojada en más de una ocasión por la Policía Local de La Bañeza de quienes, sin permiso de los propietarios, pretendían beneficiarse del edificio. Nueva calle De momento, se desconoce el inicio de las obras que convertirán una sala que representa un símbolo para muchos bañezanos en un montón de escombros y, luego, en edificios residenciales. Sí se ha podido saber que en el espacio que se encuentra entre la instalación y la antigua harinera se creará una nueva calle, que unirá las de Fray Diego Alonso y el Doctor Palanca. Al parecer, el espacio urbano dispondrá, además, de jardines. Los responsables de la constructora Cabero Antón mostraron inconvenientes a que los informadores publicasen imágenes del interior de lo que fue en otro tiempo la sala de proyecciones, aunque, en principio, no obstaculizaron la entrada a los informadores ni impidieron su labor.