18 de julio
NI QUE HUBIERAN escogido la fecha de intención. De todos es conocido que el 18 de julio de 1936, ocurrió lo que algunos llamaron glorioso alzamiento nacional (ellos lo escribían con mayúsculas), y el mundo civilizado lo conoce como la sublevación de un puñado de militares, empujados por unos cuantos fascistas, en contra del poder establecido democráticamente, que la mayoría de ellos (creyentes confesos) habían jurado sobre la Biblia. Aquellos hechos se recogen hoy en los libros de historia, y aunque dicen que los pueblos que olvidan su pasado están condenados a repetirlo, sin olvidarnos de ellos, correremos un tupido velo... Hoy 69 años más tarde, y no sé si para conmemorar algo, está previsto que el próximo 18 de julio se celebre un pleno extraordinario en el Ayuntamiento lacianiego, en el que, según se recoge de las manifestaciones vertidas por la alcaldesa, se permitirá debatir sobre el famoso contubernio (más que convenio) firmado por la susodicha alcaldesa y el emperador Vitorino, pero claro está, no se podrá votar sobre su conveniencia o no. Eso ya está firmado y sellado por la dictadura socialista, encabezada por ella misma y respaldada por el secretario provincial, Miguel Martínez y el aún secretario comunitario Ángel Villalba. Volvemos a tiempos pretéritos donde todo estaba atado y bien atado. ¡Vivir para ver! A pesar de que la alcadesa y sus valedores, Martínez y Villalba, se piensen que ya está todo hablado, porque ellos son los amos del Valle y mandan y disponen sobre vidas y haciendas, más que nada porque lo hacen con la bendición de Zapatero, pope máximo al cual todos debemos reverencia, en el fondo saben que en Laciana en estos momentos se está preparando una desobediencia civil inimaginable. El ciudadano está harto de que le mangoneen entre los unos y los otros, y hagan mil desaguisados siempre en nombre del bien común, cuando la mayoría de los que nos representan desconocen el significado de estas dos palabras. El convenio (contubernio) no es más que una pantomima para hacernos ver que respetan algún tipo de legalidad aquellos que se saltan todas las leyes a la torera. Además, debería de quedar invalidado solamente con la presencia de eficiente Villalba. Eficiente, claro está para Vitorino Alonso, pues siempre ha dado pruebas de defender sus intereses por encima de los del ciudadano. Pero lo que verdaderamente es más preocupante es que, excepto el PSOE lacianiego (hoy expulsados), el PP lacianiego (hoy en la cuerda floja) y los de IU de Laciana, no hemos escuchado ni una sola voz de los políticos provinciales ni comunitarios en contra. ¿Será porque todos los demás están subidos al carro de apoyar la ilegalidad? Mientras el consejero de medio ambiente Fernández Carriedo dice que entre sus objetivos prioritarios son la consecución de diez nuevos espacios protegidos y que el medio ambiente debe de ser una palanca para nuestro desarrollo, esconde la cabeza debajo del ala y no ve lo que está sucediendo en Laciana, por cierto Reserva de la Biosfera ya reconocida... El presidente de la diputación leonesa, García Prieto, entre tanto, dice que la minería es una actividad tradicional en Laciana y lo que tiene que hacer el sector es cumplir la ley. ¿No estará él obligado a hacer que esa ley se cumpla, más aún cuando sabe que no se hace? Pero lo que realmente resulta cómico es, que mientras la Unesco declara Reservas de la Biosfera como si repartiera caramelos, ahora le toca a la Montaña Central, Omaña y Luna, los lugares que, como Laciana ya lo tienen en vigor, es como si esto tan sólo fuera un título honorífico que tan sólo sirve para hacer cartelines de muchos colores y nada más. El dieciocho de julio está a la vuelta de la esquina, Vitorino, la todavía alcaldesa de Villablino, Martínez y Villalba podrán salirse con la suya si les dejamos a sus anchas. De nosotros dependerá que lo consigan...