El Gobierno ultima los trámites para encargar el proyecto del Lyda

El Ministerio de la Vivienda ultima los trámites para encargar al arquitecto Víctor López Cotelo, que en la década de los años noventa redactó el proyecto para el centro cultural Lyda, la modificación de dicha propuesta, según confirmó ayer el alcalde, Juan José Alonso Perandones. En concreto, el área de Hacienda del ministerio ya estudia la fórmula para encomendar a Cotelo la realización de los cambios pertinentes en su diseño inicial del edificio, dada la evolución de la iniciativa y el hallazgo hace unos años en el solar elegido para la construcción de los restos del foro romano. Mientras tanto, el alcalde adelantó ayer que planea trasladar hasta el antiguo instituto de la plaza de los Marqueses los fondos y las instalaciones de la biblioteca municipal cuando ésta sea demolida para las obras del centro cultural. Perandones consideró que este edificio ofrecerá un emplazamiento adecuado para los usuarios y para los miles de volúmenes de que consta aquélla, aunque sea de forma provisional. Por el momento, no existe fecha prevista para el derrumbe de la biblioteca. El regidor también consideró que el antituo instituto de la muralla podría albergar el cuartel de la policía local mientras se desarrollen los trabajos de demolición parcial de la sede actual, en la parte más cercana a la muralla, con vistas a la construción de un nuevo edificio. En este sentido, el concejal responsable de la policía, Joaquín Carro, apuntó ayer que los representantes municipales y policiales analizarán a partir del mes de septiembre las posibilidades que ofrece dicha edificación para los usos mencionados. Depósito municipal El edil aclaró que el emplazamiento que resulte finalmente elegido para el traslado provisional de la plantilla policial deberá ofrecer facilidades para albergar una zona que sirva como depósito municipal de vehículos. No obstante, Carro señaló que la demolición de la actual sede no comenzará hasta principios del año próximo. El antiguo instituto de la muralla alberga en la actualidad el centro de día de enfermos de alzhéimer, gestionado por la asociación local, y un albergue de peregrinos que atiende la Asociación de Amigos del Camino de Santiago. Está previsto que ambas entidades abandonen el edificio, la primera para mudarse a otro en Puerta de Rey y la segunda para ocupar la antigua sede de las siervas de María.